Por Yadira Hidalgo Glez.

En la última década hemos escuchado mucho los términos “Perspectiva de Género”, “Equidad de Género”, “Igualdad de Género”; y se ha dicho mucho sobre estos temas, algunas verdades, muchas falacias y bastantes banalizaciones. Pero el tema va. Eso que ni qué, a pesar de los obstáculos y las resistencias.

Para comenzar hay que decir que Perspectiva, Equidad e Igualdad de Género no se refieren a lo mismo. La perspectiva se trata de la mirada desde la cual se abordan los temas, la Equidad son los pasos o medidas que deben darse o tomarse para alcanzar una meta y la igualdad, es esa meta tan deseada. La igualdad entre hombres y mujeres en lo sustantivo, en lo real, en el igual acceso a los derechos y a los servicios.

Pero a pesar de ser tan claro, esto se ha entendido poco. Primero porque hay muchas personas interesadas en que esto no se entienda así y se han empeñado en difundir sus propias interpretaciones de la construcción de géneros que han sido tan estudiadas desde lo teórico, lo filosófico y lo político. Y al no entender o no querer entender esas aproximaciones, pues le buscan un nombre común aproximado a lo que esas personas mismas detentan en sus creencias: “Ideología de género”.

Por eso cuando escuche usted mencionar ese término, tenga por seguro que no se trata de información fehaciente y verdadera sobre la complejidad de las y los seres humanos y nuestras identidades, orientaciones y construcciones de género.

Primero es importante saber que cuando hablamos de “Género”, hablamos tanto de hombres como de mujeres y de la forma en las que la sociedad, el momento histórico que vivimos, la economía y los usos y costumbres, nos han construido como mujeres y varones, con la ayuda de la familia, la escuela, la comunidad y los medios de comunicación. Somos lo que nos han enseñado a ser y no únicamente nuestras mamás, así que basta de echarles la culpa por “educar a los machos” que hay en la sociedad. Recuerden: en nuestra construcción de género, participan muchos agentes.

Otra cuestión importante de señalar es que no se nace con perspectiva de género. Aprender a mirar, analizar y evaluar los fenómenos sociales desde esta perspectiva requiere de estudio, lectura y mucho aprendizaje. Por eso no debe ser producto del asombro cuando una mujer no se muestra sensible ante los temas de otras mujeres, o incluso llega a violentarlas; simplemente porque para tener conciencia de género hay que entender antes la perspectiva y eso, como ya mencioné es cuestión de estudiar y querer aprender.

La Equidad y la Igualdad son dos conceptos que suelen confundirse o utilizarse como sinónimos, pero ya hemos explicado que la equidad son los pasos o medidas que hay que dar o tomar y la igualdad es nuestra meta.

Estudiar seriamente estos conceptos nos brinda herramientas para acrecentar nuestro conocimiento. Creer que se sabe todo sobre el feminismo y sus aportaciones sólo por haber escuchado una ponencia, plática o conferencia o por participar en debates en las redes sociales, sobre lo que deben ser y hacer los hombres y las mujeres; es quedarse mirando la superficie de un todo muy profundo, complejo y enigmático en el que sin duda encontraremos cosas que nos harán confrontarnos con lo que somos y lo que hemos aprendido; conceptos que nos moverán el confortable suelo que pisamos pero que al final, nos harán mirar y comprender la vida desde otra mirada.