Sheyla Fuertes Lara

El pasado jueves se presentaron en algunos municipios del estado como el puerto de Veracruz, Misantla, Coatzacoalcos ente otros, hechos de violencia y saqueos que realizaron algunas personas en supermercados y tiendas de autoservicio, bajo el pretexto del aumento a la gasolina.

Estos acontecimientos por la forma en que iniciaron tenían el sello de que fueron orquestados, ya sea para propiciar el miedo entre la población y se pensara que el descontento social ante el aumento no era el adecuado y así desacreditarlo, por lo que las fuerzas de seguridad tendrían que actuar en consecuencia.

A partir de esto, algunas personas vieron la oportunidad utilizar esta acción en su beneficio y participar en los robos. En las redes sociales circularon videos y fotografías de hombres y mujeres que se dedicaron a saquear las tiendas y salían con artículos de primera necesidad en algunos casos, o diversos electrodomésticos, ropa entre otros.

Somos varias personas que desde nuestra actividad, como docentes, comunicólogas, trabajadoras de diversas instituciones nos sorprendió ver estas acciones en las que participaron hombres y mujeres, y no porque las mujeres no puedan hacerlo, somos tan capaces de ejercer cualquier tipo de violencia, aunque el estereotipo social nos defina como tranquilas, abnegadas, etc., esto por la construcción cultural que hemos recibido, que vemos todo el tiempo por todos lados y de la que hemos aprendido.

Lo que nos distingue a unas personas de otras es la educación, la construcción de ciudadanía que nos lleva a decidir qué hacer y qué no, porque nos reconstruimos de manera diferente. Porque decidimos no repetir los estereotipos, que reflexionamos, analizamos, cuestionando lo que nos rodea, y que hacemos lo posible desde nuestros espacios para que este mundo sea diferente.

En las redes se criticó ampliamente a quienes cometieron estos ilícitos, sobre todo a los que viven en colonias de zonas marginadas. No todas las mujeres y hombres que viven en esas zonas participaron en esto. Considero que algunas  sí se informan, si tejen redes comunitarias, y tienen interés en realizar acciones de beneficio para ellas y su entorno.

Nos falta mucho para construir ciudadanía, con aprendizaje, decisión, información, argumentación,  cuestionarnos qué es lo que podemos cambiar y qué es lo que tendríamos que exigirle a las autoridades para que hagan su trabajo, porque pagamos impuestos y queremos que los apliquen de manera transparente.

Y no, no es necesario utilizar la violencia o decir que se requiere un carácter dominante. Lo que necesitamos es educación de calidad en las escuelas, exigir docentes capacitados, mejores servicios públicos, aplicación de políticas públicas adecuadas, que participemos en redes de confianza, argumentadas, organizadas, con el único fin de ejercer mejor nuestra ciudadanía con los derechos y responsabilidades que nos corresponden.

Violencia Institucional

Hasta este lunes, seguían sin pagarles el sueldo del mes de diciembre y el aguinaldo que por derecho les corresponde a las y los trabajadoras del Instituto Veracruzano de las Mujeres. Con el cambio de gobierno estatal los movimientos en las direcciones están en proceso y esto no sería problema, pero si van a sustituir a alguien deben pagarles lo de ley. Sabemos que hubo un desfalco por parte del gobierno anterior, pero las empleadas que no manejaron recursos no tienen por qué pagar las consecuencias. Al no hacerlo se incurre en violencia institucional y esto sí es grave, sobre todo cuando el propio gobernador Miguel Ángel Yunes Linares ha dicho que no permitirá ningún tipo de violencia, ¿entonces?