Ganó Trump ¿y ahora?
- Mujeres Que Saben Latín
Hoy, 9 de noviembre de 2016, me desperté con la ingenua esperanza de que mientras yo dormía, las cosas hubieran cambiado. Que mágicamente los resultados de la votación de Estados Unidos no dieran el triunfo a Donald Trump. Pero no fue así.
Yo, como muchas ciudadanas y ciudadanos del mundo, recibimos hoy una muy mala noticia. Nos despertó la frustración, la preocupación y la desesperanza, sobre todo para los derechos y vida de las mujeres.
El que Trump haya ganado la elección presidencial en nuestro país vecino, trae muchas consecuencias, no sólo económicas, de agenda internacional, o de políticas migratorias; sino que manda un mensaje cuyo trasfondo simbólico pone en peligro los derechos humanos de las mujeres. Los resultados de las votaciones reflejan el pensar de una nación, cuyas élites de poder tienen la clara voluntad de defender la propiedad privada y mantener el control económico y político en pocas manos, regresar a estructuras totalitarias que no dan cabida al cambio de perspectivas. Por supuesto, en este panorama, el que las mujeres hayamos ganado derechos es una amenaza, que seguramente se querrá acallar de muy diversas maneras.
A Trump lo apoyan grupos conservadores que están en contra del derecho a decidir de las mujeres, de la igualdad de género en lo laboral y lo económico, de los derechos de la comunidad de la diversidad sexual, y que están acostumbrados a vivir agrediendo verbal, laboral, física y simbólicamente a las mujeres. Esto no es poca cosa, porque es una tendencia que puede crecer en los próximos años.
Sobra decir que el futuro presidente norteamericano no tiene intenciones de integrar la perspectiva de género en su manera de hacer política, y que seguramente no entenderá a quien pretenda hacerlo. Esto implica más peligro y más violencia para las mujeres mexicanas que se encuentran en nuestro país vecino o que pretendan cruzar la frontera por falta de oportunidades en México. Implica un paso atrás en el terreno político para las mujeres y nuestros derechos y esto, esperemos que no suceda, puede replicarse con más fuerza en otros territorios.
Se nos avecinan tiempos difíciles a las mujeres mexicanas y latinas. Hace algunos meses Lydia Cacho comentaba con Sabina Berman que el momento histórico que estamos viviendo con respecto al feminismo, es como ese instante en el que las olas del mar retroceden después de haber quebrado en la playa. Nos llevó décadas lograr avances en derechos laborales, educativos, reproductivos y políticos, y hay una fuerza de resistencia muy grande, encabezada por élites de poder, desean que las cosas cambien. Esa oposición es la que está haciendo retroceder lo que hemos ya logrado. En ese momento estamos.
¿Qué podemos hacer? Reflexionar. No quitar el dedo del renglón, centrarnos en lo que hemos avanzado y prepararnos con los pies en la tierra para lo que se puede venir.
Es tiempo de pensar con cabeza fría, protegernos y unirnos. Revisar los posibles escenarios y ponernos a pensar en las acciones a organizar. Seguir viendo por nuestros derechos laborales, migratorios y reproductivos y vigilar hoy más que nunca que no se dé marcha atrás, y aunque es difícil, tratar de que la ansiedad y la preocupación no nos gobiernen. Estar alertas, para que no siga creciendo las ola de violencia que hemos estado viviendo; sino por el contrario, recuperar aquella ola enorme de logros que ha retrocedido por el momento, pero que va a volver a crecer.