Javier Duarte: heredero del prestanombre
- Mussio Cárdenas Arellano
Cínico y burdo, Javier Duarte niega ser rico. Son millonarios sus amigos, socios y parientes. Y uno de ellos, Moisés Mansur Cysneiros, su otro yo, lo hace heredero de su fortuna, sus bienes y su dinero. Así el descaro.
De kinder, la maniobra da cuenta de la pequeñez mental de gobernador de Veracruz y el grado de complicidad, implicada la pandilla de los años mozos en el saqueo y el encubrimiento, la red de los que se alquilan para difuminar el robo a Veracruz.
Queda al desnudo que Javier Duarte es tramposo y mañoso cuando el diario Reforma evidenció —viernes 26— el esquema en que se mueve el gobernador de Veracruz y sus testaferros, acumulando riqueza éstos y detentándola a trasmano el gordobés.
Según el instrumento notarial 31,738, inscrito en el libro 1,178 del Registro Público de la Propiedad de la Ciudad de México, Moisés Mansur heredó a Javier Duarte un edificio en Prado Norte 135, en Lomas de Chapultepec; una oficina en Campos Elíseos 71-B, en la exclusiva colonia Polanco —sólo para adinerados—, y un local en Plaza Centro, en la calle de Masaryk.
Pasó por la fe del notario número 44 de Huixquilucan, Estado de México, Alejandro Eugenio Pérez Teuffer Fournier, el 28 de septiembre de 2006. En ese entonces Javier Duarte era secretario de Finanzas del gobierno de Fidel Herrera Beltrán.
Olía el dinero y perdía la razón. Tejía desde entonces su red voraz, sin reparo y sin escrúpulo, ávidos el financiero de la fidelidad y su runfla de la Ibero de ir disponiendo de los recursos que generara la recaudación local y lo que llegara a través de las partidas de origen federal.
Y así lo hicieron hasta que Veracruz reventó.
Diez años después brota pus en la piel del engendro duartista, Mansur Cysneiros el amigo que le hereda depa, oficina y local en zonas de lujo en el ex DF, el centro de operaciones de la pandilla que roba de cuerpo presente y vía esposas, suegra, hermanos, asaltantes todos de los dineros de Veracruz.
Categórica, la primera cláusula del testamento dice:
“Instituye como heredero al señor Javier Duarte de Ochoa. Para efecto de que el heredero instituido en el párrafo anterior repudiare su herencia o no pudiere heredar, la parte que a él debió haberle correspondido pasará a los hijos que dejare legalmente reconocidos proindiviso y por partes…”.
Como testigo de la herencia a favor de Javier Duarte firma José Antonio Bandín Ruiz, tercer acusado ante la Procuraduría General de la República por el ex “presunto” gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares. Hasta 2013, el testamento de Moisés Mansur a favor del gobernador de Veracruz se mantenía en sus términos originales.
Mansur y Bandín son clave. Mansur ostenta el mega rancho de Javier Duarte en Valle de Bravo, con alberca y enfermería para caballos, pero también es socio de Bandín en diversos consorcios y controladoras financieras que operan desde el edifico de Prado Norte 135, el que Mansur le heredó en 2006 a su amigo, el gobernador de Veracruz.
Así lo plantea la denuncia interpuesta por Yunes Linares ante la PGR. Dichos consorcios sirven para adquirir propiedades en diversos lugares, en México, Estados Unidos y España.
Señala la denuncia las siguientes empresas, que investiga la PGR: Inmobiliaria Cartujano, Controladora Prado Norte, Grupo Boydar y Sociedad Valkany, todas ellas operando desde las oficinas de Prado Norte 135.
También investiga el Servicio de Administración Tributaria a Mansur, Bandín, Javier Duarte, sus familiares, socios, amigos, una red de 44 prestanombres con los que habrían desviado más de 3 mil millones de las arcas del gobierno de Veracruz.
En la mira del SAT y la PGR está Mónica Babayan Canal, esposa de Bandín. Nada más se les cuentan 26 empresas en Texas, entre Austin y Houston, implicada también la familia de la señora.
Lo burdo salta y asombra, no porque tejer una red de prestanombres sea una genialidad sino porque se requiere ser extremadamente bruto para diseñar una estrategia tan inverosímil como la de la herencia que proviene del amigo que de no tener de pronto se volvió un potentado.
Moisés Mansur, en 2006, tenía 30 años de edad y Javier Duarte 33. O sea, el amigo joven le hereda al amigo mayor y no a sus familiares más cercanos, a sus afectos, a su entorno y a sus cariños.
Agrégase a la maniobra otro elemento: firma como testigo de la “herencia” José Antonio Bandín Ruiz, amigo de ambos desde los días de juventud, cuando el bolillo sabía a pastel y llevarse a la novia al depa de un tal Fernando era como hospedarla en el Meliá.
Bandín, el rejoneador, condiscípulo de medio pelo, que de rentar depa de una recámara terminó con casa en Tecamachalco y hasta a la suegra Ludi Canal le tocó mansión en Woodlands y empresas como Shallowfor PL, LLC, donde lleva como socios a Juan I. y Mónica Babayan, esposa del duartista, está acusado también por Yunes azul del saqueo a las arcas, de la compra de viviendas en Texas, y de la creación de consorcios financieros que se nutren de los dineros de Veracruz.
O sea, puro pillastre que de vivir con una mano adelante y otra en el rabo, se constituyeron en el ideal para el hampón de palacio que les extrajo lo peor de su ADN, viendo que eran lo que requería para perpetrar el asalto al tesoro veracruzano.
Su historia es superlativamente mejor que Yago o Las Infames con tintes románticos: Mansur Cysneiros y su episodio con la sobrina del magnate Carlos Peralta, y Bandín, el rejoneador cuya cercanía con Paulina Romero, hija del repudiado líder petrolero, Carlos Romero Deschamps, lo movió a obsequiarle un caballo de fina estampa.
Millonetas bajo sospecha, Mansur y Bandín, el que heredara a Javier Duarte y el que suscribió como testigo de esa herencia, están implicados en las denuncias que interpuso Yunes Linares ante la Procuraduría General de la República por el saqueo al gobierno de Veracruz, y las que fincara en el área fiscal por lavado de dinero y evasión.
Un día después —sábado 27—, ocurrió lo insólito. Moisés Mansur confirmó la veracidad de la escritura y su dadivoso gesto al amigo Javier.
Lo que dijo es la aceptación de que la red de prestanombres existe. Precisó que designó a Javier Duarte y a su esposa Karime Macías Tubilla en su testamento por ser el gobernador de Veracruz uno de sus amigos más allegados.
De acuerdo con Moisés Mansur, Javier Duarte desconocía que era el heredero de los tres inmuebles. Dijo también que en 2010, cuatro años después de elaborar aquel testamento, lo sustituyó por otro, el cual lo adecuó más a su entorno familiar. No precisó si en el nuevo testamento ya no aparece el gobernador. Ajá.
Y asegura que goza de buena salud por si alguien piensa que su muerte se precipitaría para que Javier Duarte entrara en posesión de los bienes.
Han de suponer Mansur y el mismo gobernador que los veracruzanos son idiotas para tragarse semejante cuento. “No, los idiotas son ellos”, le responde la presidenta de la organización Causa en Común, María Elena Morera.
Reforma, al revelar la existencia del testamento, y Mansur al darle veracidad y pretender justificar la herencia de los bienes a favor de Javier Duarte, van acreditando la figura del prestanombre.
Es la treta al desnudo. Entre los ladrones de cuello blanco se usa el poder notarial subrepticio, el contrato privado, el testamento para evitar la traición. Son los documentos de que se vale Javier Duarte para asegurar que sus prestanombres no lo dejen en la calle. Y así, lo imposible de probar está a la vista.
Mansur y Bandín son señalados por el ex “presunto” gobernador electo, Miguel Ángel Yunes, de ser dueños de propiedades en Woodlands, exclusivo fraccionamiento residencial en Houston, Texas.
Pero dice Javier Duarte que él no es rico. Ricos, sus amigos, sus socios y sus parientes.
Así de burdo y así de cínico el gobernador.
Habemus prestanombres. Gracias Mansur.
Archivo muerto
Una más del ex “presunto” gobernador electo. Exige Miguel Ángel Yunes Linares que diputados que sirvieron de prestanombres a Javier Duarte sean desaforados y enjuiciados, que la PGR actúe con base en las denuncias radicadas en la dependencia federal. Dice que son cuatro legisladores del PRI y uno del Partido Verde. “Tejieron una red de complicidades que yo mismo denuncié (…), hoy es demostrada y exhibida como elemento jurídico de pruebas para que se proceda contra Duarte y quien resulte responsable junto con él”, apuntó y expresó que el presidente Enrique Peña Nieto debe intervenir en Veracruz ante lo que tildó de “vinculación delictiva demostrada”. Son cuatro del PRI y uno del satélite verde. Hay evidencia de su condición de prestanombres, implicados en la suciedad de Javier Duarte, en la debacle moral del desgobernador… Otro Yunes, José Francisco, expresa que la inseguridad en el sur de Veracruz es tan grave “que nos debe preocupar a la gente y avergonzar a los servidores públicos”. Y advierte que quienes han tenido en sus manos la seguridad no han cumplido con la principal misión de todo gobierno, que es garantizar y salvaguardar la integridad de los veracruzanos. Alarmantes son los datos que atesora el senador veracruzano, las cifras que se manejan en la cumbre de poder, que requieren la intervención del gobierno federal a la voz de ya, con Gendarmería o sin ella. Habló Yunes Zorrilla en la inauguración la sede de la CTM regional, en Coatzacoalcos, invitado por el líder de la organización, Carlos Manuel Vasconcelos Guevara. En corto, escuchó del alcalde Joaquín Caballero Rosiñol un diagnóstico pavoroso de la seguridad y violencia… Vetado en el círculo yunista, Roberto García Alonso supone que el PRD le servirá para insertarse en el próximo gobierno de Veracruz. Le quema incienso a Rogelio Franco, líder estatal, simula que el sistema que se va le provoca urticaria. Sábese de sus ligas con Guadalupe Porras David, ex alcaldesa de Minatitlán, fidelista a ultranza. Sábese de los días en que sirvió a Marco César Theurel Cotero —“Te rompo tu puta madre”— desde la Secretaría de Gobierno, en el fidelismo municipal, con Lu-pilla Félix como primera dama. Recuérdense sus días porriles en la preparatoria Oficial B, aledaña a la Secundaria Moisés Sáenz, amedrentando maestros porque así lo exigía una facción de los docentes —nada decentes—, jefaturada por Iris Rojas Cabrera, a la postre regidora del ayuntamiento de Coatzacoalcos. Presente también la mascarada de candidatura independiente a la diputación federal, donde Roberto García Alonso presentó alrededor de 10 mil firmas para su registro y obtuvo apenas mil 340 votos el día de la elección. Y qué decir de su afán por dirigir golpizas contra reporteros, por lo que aún enfrenta una denuncia en la Fiscalía Regional. Buen prospecto para que Rogelio Franco lo acerque al gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares, quien conoce el historial de García Alonso en toda su dimensión… Número de afiliación: 1420. Organización: Movimiento Territorial del PRI. Nombre: José Luis Sosa Franco. Origen: panista. Ambición: ser candidato a la presidencia municipal de Coatzacoalcos por el PAN. Opción: negociar y ser regidor en el próximo cabildo. Plan B: de no obtener nada, respaldar a los candidatos del PRI. Evidencia pura, el documento circula ya en medios panistas, acreditando que Sosa Franco incurrió en violación a los estatutos del Partido Acción Nacional, al vincularse al MT, en la órbita de su líder estatal, Víctor Rodríguez Gallegos. Hay más…