Veracruz: Sefiplan viola ley otra vez; oculta la cuenta pública 2015
- Hilario Barcelata Chávez
El gobierno de Veracruz oculta información que está obligado a publicar.
Fiel a su costumbre de no cumplir con la ley, el gobierno de Javier Duarte viola las normas federales, ahora al incumplir con la publicación de la “Cuenta Pública 2015”, misma que debería estar publicada en el sitio web de la Secretaría de Finanzas y Planeación (SEFIPLAN) desde el día en que fue entregada el Congreso del estado, es decir, desde el 31 de marzo de 2016, tal como lo señala el “Acuerdo por el que se armoniza la estructura de las cuentas públicas” (Diario oficial de la federación, 30-12-2013, Punto 3, inciso d)).
Que horrores y entuertos estará tratando de encubrir el titular de Sefiplan Gómez Pelegrín quien ha resultado bastante astuto para violar la ley de manera sistemática, como taimado ha sido también, para violar los derechos de sus trabajadores, regateándoles prestaciones laborales que le corresponden y que se niega a cubrir y a cambio los acosa, los hostiga, los amenaza, sólo porque pusieron en evidencia sus fechorías.
Pero esta no es la única violación a la ley en que está incurriendo el ciudadano Gómez. Además incumplió con la publicación del “Informe de Gasto público” correspondiente al IV Cuatrimestre de 2015, mismo que debió publicarse al concluir el año fiscal, de acuerdo con lo que señala la “Ley de Contabilidad Gubernamental” en sus artículos 57º y 58º donde establece que la información financiera que generen los entes públicos deberá publicarse en internet, por lo menos trimestralmente.
Según puede verse en la imagen del sitio web de Sefiplan, en la lista de documentos publicados no se encuentra ni la “Cuenta Pública 2015”, ni el “Informe de Gasto público” del Cuarto Trimestre, diciembre 2015.
Esto sirve de prueba para demostrar que el gobierno de Javier Duarte viola sistemáticamente las leyes relativas a la rendición de cuentas y a la transparencia en la información pública. Y para ello cuenta con su fiel cómplice, el Ciudadano Gómez, quien devoto de su jefe, acata sin escrúpulo, las órdenes que le den. Para eso lo pusieron ahí.