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El voto pensante es un concepto.

Su definición incluye la participación de un ciudadano consciente de su papel respecto a los demás pero sobretodo en relación a sí mismo.

Ese grado de consciencia demanda educación en el sentido más amplio y profundo del término: es decir la académica al mismo tiempo que la política.

Sin este voto pensante una sociedad se puede estancar –como la mexicana y la veracruzana- y retrasar su desarrollo por décadas o siglos.

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Al voto pensante se suman las coyunturas históricas: los procesos invisibles que de pronto mueven a una masa sin que se puedan explicar los motivos de forma instantánea y se requiere tiempo y amplitud de perspectivas científicas, culturales, objetivas, subjetivas para conocerlos a fondo.

Ejemplos hay muchos: la Revolución Mexicana de 1910, el Movimiento Estudiantil de 1968, la movilización ciudadana ante el temblor de 1985 en la ciudad de México, la elección de Cuauhtémoc Cárdenas en 1988, entre otros.

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Al darse el registro, ayer, de los precandidatos “palomeados” o “electos vía dedazo” por el PRI, me llama la atención un caso: el de Amanda Gasperín Bulbarela.

Dos veces alcaldesa de “Juan Rodríguez Clara”, la aspirante a legislar por el distrito 24 con cabecera en Santiago Tuxtla forma parte de una familia sumamente poderosa pero también conectada a la tragedia, el drama propio y el ajeno, el escándalo (tema ajeno a este artículo) y los compadrazgos de fama dudosa.

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El viernes 18 de junio del 2010 fue asesinado el empresario Jaime Gasperín Crivelli – padre de Amanda y quien sería accionista en una cadena de tiendas de la franquicia John Deere en el sureste de la República- (además de) prominente ganadero y productor piñero en la región de los llanos de Ciudad Isla.

Político cercano a Fidel Herrera Beltrán, Jaime Gasperín pertenece a familias migrantes que desde Europa arribaron a México décadas atrás y se asentaron en zonas como las cercanías de Huatusco y Córdoba -en el centro de la entidad- para reubicarse más tarde en el sur.

Fue Alcalde de “Juan Rodríguez Clara” pero lo mataron en la vecina población de Isla.

Al momento de su asesinato su hija Amanda se encontraba a meses de entregar la administración al joven panista y ex diputado federal Gregorio Barradas Miravete, quien –ya electo Alcalde- también fue asesinado el 8 de noviembre del 2010.

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En el 2013 Amanda Gasperín Bulbarela es electa por segunda ocasión a la Presidencia de “Juan Rodríguez Clara.

Esta vez, durante la primera semana de agosto del 2015, resultó secuestrado su primo Raúl Bulbarela.

Joven, empresario ganadero y piñero como toda su familia, el plagiado fue rescatado muy pronto: el 7 de agosto del 2015 en el hotel “Secreto” de Coatzacoalcos.

Se especuló que la familia habría pagado 4 millones de pesos por su liberación.

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Apenas dos días atrás: el martes 15 de marzo del 2016, elementos de la fuerza civil estatal se enfrentaron a un grupo delincuencial.

Las fuerzas públicas acabaron con la vida de tres presuntos asesinos frente al rancho “Mata anona” -se afirma que es propiedad de la familia de Amanda Gasperín-.

Al abrir la cajuela del automóvil jetta en que viajaba el grupo armado se ubicó el cuerpo de una persona ejecutada a la que –se piensa- irían a enterrar en alguna fosa clandestina.

Estos hechos se suscitaron en el camino Ciudad Isla-Santiago Tuxtla, ambas integradas al distrito 24 por el cual ayer se registró, ante el Comité Estatal del PRI,  la alcaldesa con licencia.

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Surgen dudas:

¿Cuál será el contenido de su discurso de campaña?

¿Qué ofrecerá Amanda Gasperín a los vecinos del distrito 24?

¿Qué panorama social, político, económico describirá?

¿Sobre la base de cuál visión de poder y personal les pedirá el voto?

Amanda: ¿Cómo se mezclan el poder y el dolor de una forma tan amplia, profunda, cercana y constante?