Veracruz ya entró a una etapa difícil electoralmente hablando, los candidatos al gobierno del estado ya están definidos. Ahora todo es cuestión de circunstancias, como dicen los políticos.

En el PRI la continuidad del grupo gobernante ya no se pudo.

El grupo de la fidelidad no supo cómo avanzar y no les queda más que sumarse y apoyar a Héctor Yunes si quieren impunidad.

Además, en el momento en que Héctor fue favorecido desde el centro del país, en Veracruz comenzaron a sonar las campanas de duelo, el Rey ha muerto...viva el nuevo Rey, aunque, a diferencia de otros años, eso del nuevo rey está por verse quién es.

Es tan evidente el adiós que la prensa que defendía a Javier Duarte con ánimo beligerante ya comenzó a criticarle. Así es esto.

El rey ha muerto...y su aspirante a sucesor tricolor ha tenido que acordar algo para no reventar a su partido.

Héctor trae un costo altísimo como candidato, no puede quitarse de encima el desastre que ha ocasionado su partido, sus correligionarios, en Veracruz.

No basta con que diga que limpiará la casa... pero sin odios, eso es ambigüedad o acuerdo político de no tocar, de no escarbar lo suficiente para aplicar la ley a quienes saquearon a Veracruz durante los últimos 11 años.

Héctor trabajó en el sexenio donde inició el desastre, fue funcionario y diputado local, sabe lo que pasó, y luego fue Senador de la República y ¡sabe lo que pasó y pasa en Veracruz!

Héctor como Senador participó en actividades de la Secretaría de Protección Civil en su calidad de presidente de la Comisión legislativa del ramo y repartió cobijas y otros apoyos a la población vulnerable. Simplemente aprovechó la plataforma para promocionarse, se subió a la estructura del Gobierno estatal para hacer campaña.

¿Se acuerdan cuando Javier Duarte repartía cochinitos en Córdoba y Orizaba ? Hagan de cuenta... Cómo puede criticar si ha sido parte del juego.

¿Héctor va a limpiar la casa que él habitó y que aprovechó? ¿Para qué la va a limpiar? Para que no quedé huella, que no, que no, que no quede hueeellaaaa...de nada o ¿para fincar responsabilidades?

Javier Duarte, que sigue de pifia en pifia, no es de mucha ayuda salvo que tire dinero en la campaña de Héctor.

Y si se hace una evaluación, por muy somera que sea, Javier, mi Gober, no, no pudo cumplir con la encomienda y no la del pueblo sino la de quién lo puso como gobernador.

Por otra parte están los independientes que caminan como si fueran partido.

Gerardo Buganza trae a sus independientes, Miguel Moreno trae a sus independientes, Juan Bueno, hasta a la prensa que asiste a sus conferencias les pide que firmen para ser independiente.

Son tan independientes que dependen, al menos Buganza, de que el Bronco Jaime Rodríguez, le apoye con un vídeo para promover su independencia.

Son tan independientes que necesitan de un líder y hacer grupitos de apoyo.

Y a Miguel Ángel Yunes que ya casi es candidato de la Alianza PAN-PRD se le hace tarde para aplicarles la ley a quienes le han arrinconado durante todos estos años.

No la tiene fácil, no es un hombre de carácter suave y eso le resta frente a sus correligionarios, sobre todo cuando algunos andan en busca de recursos y un poquito de poder.

Su ventaja es el hartazgo de la población y su imagen de vengador, su decisión de castigar a quien se le atraviese y pretenda impunidad. Y sí, él si trae odio jarocho.

Ese es el panorama que prevalece en este momento en que el rey ha muerto y a nadie le importa ya lo que  haga, a menos que sea para criticarle.

¿Y Veracruz? Bien, gracias. Empobrecido al igual que la mitad de sus habitantes, lleno de delincuentes organizados, desorganizados, metidos en la administración pública, pululando por ahí, sin que nadie se atreva a molestarles, a menos que tengan que salvar la imagen.

A estas alturas Veracruz es un rinconcito donde hace su nido la impunidad y la corrupción.

Así pues allá vamos a nuestra elección 2016.

El rey ha muerto...ojalá elijamos bien a nuestro próximo rey.