Jorge Torres: el periodista, el tesorero, la amenaza

  • Mussio Cárdenas Arellano

Jorge Luis Torres Marcos sabe que la rima política hiriente es noticia. Y si describe el abuso de poder, mejor. Y si alude a un tesorero municipal, hijo de un cacique petrolero, hay que decirlo. Días después, le cayó otro caso de terrorismo fiscal, el tesorero de por medio, y lo denunció. Lo que no esperaba era ser amenazado.

Su portal Radio Sur Veracruz tocó ambos temas. En uno habló del “levantón” a un Viejo repleto de pirotecnia, el muñeco que se queman en los últimos minutos del año que termina, presuntamente por llevar en el rostro la imagen del tesorero municipal de Minatitlán, y tener a su lado las décimas que tocan la naturaleza corrupta de Saúl Wade León, y en el otro reveló cómo era presionada y extorsionada la empresa Pylsa, una comercializadora de acero, según la versión de su gerente, Miguel Mijangos. Ambos casos fueron el detonante.

Temprano, este martes 5, a eso de las 9:35 tocó a su puerta un tipo  —unos 40 años, piel apiñonada, barba, 1.65 metros, nervioso— con la encomienda de entregar un regalo. No quiso decir quién lo enviaba. “A mí sólo me pagan por entregarlo”, respondió.

Intrigado, el director del portal Radio Sur Veracruz, con sede en Minatitlán, se rehusó a recibir el “regalo” de empaque metálico y moño al frente. Pidió que el enviado lo abriera para ver el contenido, pero éste se negó. “Me lo pueden cobrar”, le dijo. Jorge Luis Torres lo instó a llevarse el presente y retirarse.

Cinco minutos después, a su domicilio llega un taxista. Le hace ver que en la puerta hay un regalo, el mismo que le había llevado el enviado anónimo. Lo toma, lo lleva al interior y lo abre. Describe Jorge Torres la naturaleza del “regalo”:

“Marco de metal con cubierta de vidrio, un recorte de periódico con la inserción de la empresa Pylsa, en la cual se deslinda de algunas declaraciones de su gerente en Minatitlán (Miguel Mijangos) en las que éste señalaba que le habían clausurado la tienda como una muestra de abuso de poder de Saúl Wade León, tesorero municipal.

“Este ha sido el tema que he tratado en Radio Sur Veracruz en días recientes, un negocio clausurado, literalmente extorsionado para cubrir un pago de impuestos. Dimos voz a quien se siente afectado y hemos señalado lo que a nuestro parecer es incorrecto, es nuestro derecho a cuestionar y a disentir”.

En diciembre de 2015, el día 29, el periodista reseñó el “levantón” del Viejo. Un grupo de porros, armando con navajas, a bordo de una camioneta roja, se lo llevaron. Y citó las décimas, una acusación directa a los trastupijes del tesorero Saúl Wade, alcalde real de Minatitlán e hijo del cacique de la Sección 10 del sindicato petrolero, Jorge Wade González.

Un extracto permite apreciar en qué concepto se le tiene en Minatitlán:

“Yo no olvido el Año Viejo,/ ¿Cómo lo voy a olvidar?/ Sí me dejó robar,/ agarré a Cheng de pendejo./ Por Dios! Ya superé al viejo/ que le robó a los petroleritos,/ desde las cuotas hasta los ahorritos/ dejando a todos contentos./ Señores, aquí me presento:/ yo soy León Wade Saulito.

“Empecé por Catastro/ robando con limpieza/ y como soy mucha pieza,/ nunca he dejado rastro,/ eso si, nunca alabastro,/ soy ladrón, rata/ jefe mayor de los tunantes,/ traigo la escuela de la de antes/ y mi mayor logro sería,/ chingar desde la Tesorería/ a todos los comerciantes!

“Así que sin condición,/ que ninguno se me aguade/ soy ratero cómo León,/ yo soy Saulito Wade!”.

Frente a la empresa Pylsa se hallaba el Viejo y en él sus décimas, leídas por cuantos pasaran por el lugar. Pylsa mantiene un litigio con el ayuntamiento por cobros que a su juicio son indebidos y transgreden el Código Hacendario Municipal. En respuesta, el tesorero Saúl Wade ordenó la clausura del negocio y el desalojo del personal, el 30 de diciembre, una más de las que venía aplicando.

El viernes 1, Radio Sur Veracruz difundió una entrevista con el gerente de Pylsa en Minatitlán, Miguel Mijangos, quien reveló la mecánica seguida por el tesorero para obligarlo a pagar impuestos sin sustento, cómo se le “invitó” a sostener un diálogo con el funcionario en un automóvil particular, lejos de las miradas, en las sombras, con visos de extorsión.

Tres días después, el lunes 4, el corporativo Pylsa se arrugó y publica un desplegado en que niega que se le presione, admite el litigio con el ayuntamiento y culpa a medios de comunicación y redes sociales de difundir “calumnias, difamaciones y ataques en contra de funcionarios y familiares de la actual administración del H. ayuntamiento” y que se use el nombre de Pylsa.

Jorge Luis Torres refuta:

“No, lo que se publicó fue lo de las décimas, las difundimos desde nuestra página de Facebook y así estaban escritas, no se inventaron, no difaman, no atacan, es una expresión natural que se utiliza en nuestras tradiciones para hacer mofa de políticos o personajes con motivo del fin de año.

“Nadie ‘utilizó’ el nombre de Pylsa. El gerente aclaró que se le pidió una camisa y les obsequió una, así como en Minatitlán se usan muchas camisolas de PEMEX, sin que los versos que se colocan en los viejos tengan alguna relación con la paraestatal.

(El Viejo fue elaborado por transportistas que le prestan servicio a Pylsa. Ellos lo colocaron sobre el camellón, frente a la empresa. Requirieron una camisa para vestirlo y les fue proporcionada, sin que significara que Pylsa financió o auspició la colocación del muñeco y las décimas contra el tesorero Sául Wade León).

“El tema es el abuso de poder, la amenaza a las empresas y negocios establecidos, la prepotencia de un tesorero que ordena a sus empleados que le digan a los encargados de los negocios que vayan a su vehículo para ‘hablar’ de sus adeudos”.

Agrega:

“El tema, como lo dijo claramente el Gerente de Pylsa, Miguel Mijangos, es que las empresas tienen que sufrir la amenaza y la extorsión del crimen organizado y además, de la delincuencia organizada con gafete del ayuntamiento”.

Ese desplegado se hallaba en el interior del “regalo” enviado a Torres Marcos. Y junto con él, había otro texto, el de la amenaza de muerte.

“¿Quién puede ser el responsable de éste hecho? —se pregunta el director de Radio Sur.

“Saúl Wade León, con la complacencia de su empleado (el alcalde de membrete) Héctor Damián Cheng Barragán, el que formalmente ocupa el cargo de presidente municipal.

“A ambos los hago responsables de mi integridad”.

En el “regalo” hay un texto más sin un sentido claro, que habla sobre una nómina y el favor que se le hace a los amigos al inscribirlos en ella. Ahí deben estar los que dan resultado, no los que hacen bulto, sentencia.

Esa alusión le compete al títere Héctor Cheng y la pandilla de inútiles que lo circundan. Igual para el alcalde real Saúl Wade, quien falseó información de obras públicas no ejecutadas, haciéndolas aparecer como ya concluidas, para engañar al órgano de Fiscalización del Estado de Veracruz y a la Auditoría Superior de la Federación, que importan más de 117 millones de pesos de recursos de orden federal. Gravísimo el delito del bulto Saúl Wade.

Prosigue Jorge Luis Torres. Cita la amenaza directa:

“Una hoja blanca impresa con frases incoherentes y el recorte de la inserción serían nada si no se distinguiera, perfectamente doblado, colocado así para ser visto, un recorte de periódico donde se lee:

“‘Un buen número de personas creen en el mito popular de que morirse durante un sueño significa… que estás muerto’ ”.

“Luego agrega:

“‘Si alguna vez tienes la oportunidad de morir en un sueño, no la dejes pasar’ ”.

“Acuso recibo de esta intimidación y de las amenazas veladas.

“Siguiendo el protocolo, he enterado a la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas, ya les dejé claro acerca de quién es el único interesado en que me entere de que sabe dónde vivo, el mismo que se siente con todo el poder y la impunidad para enviar mensajes cifrados y otros más directos”.

Inicia 2016 y la muerte asoma. Se hace sentir con soberbia y abuso de poder, con amenaza y altivez, con la cobardía de quien se refugia en las faldas de la mamá viciosa.

No enfrenta Saúl Wade como los hombres, de frente y con valor. Usa el anónimo, el arma de los castrados, el tóxico del alma, el veneno de los indeseables, el escape de la gentuza sin ética y sin moral.

Jorge Torres sigue ahí. No lo arredra la amenaza y mantiene el tono crítico en su portal. Se sabe ya en la estadística oficial que le da a Veracruz el récord de periodistas asesinados, amenazados, asediados y exiliados. Lamentable ser el primer comunicador amenazado en el naciente 2016.

Es la tónica en una entidad donde el gobernador Javier Duarte tilda a los periodistas de “manzanas podridas” y les atribuye vínculos con el hampa, expresión de la delincuencia, como les embarró en Poza Rica sin medir el impacto de alarde.

Han sido asesinados 14 periodistas durante el duartismo, ríspida la relación entre la prensa crítica el gordobés. A otros los intimidan. A unos más los hacen correr.

Un regalo que contiene una alusión a la muerte, no es regalo. Es amenaza.

Así lo entiende Jorge Luis Torres.

Archivo muerto

Yunes contra Yunes. Como los polos iguales, que se rechazan, Héctor Yunes Landa, el priista, presume que con alianza o sin alianza, unidos o no PAN y PRD, serán derrotados en la próxima elección de gobernador de Veracruz. Aliados o no el PAN y el PRD, el PRI ganará, dice el senador. No corre mucho. No se “emputa” como en el caso de los pensionados a los que les fingió solidaridad y luego se fue a comer con el gober madreador, Javier Duarte de Ochoa. Le responde Miguel Ángel Yunes Linares, su primo, el panista, con una paliza descomunal: “Héctor es mi primo hermano, nacimos y crecimos en el mismo pueblo, hay una relación consanguínea y una muy buena relación personal (…) Sin embargo, nuestra visión acerca del futuro de Veracruz es radicalmente distinta (…) Héctor propone la continuidad, yo propongo el cambio (…) Héctor busca ser el candidato de Javier Duarte a Gobernador, mientras yo busco ser candidato del pueblo de Veracruz (…) Héctor garantiza impunidad a Javier Duarte y a su banda, mientras yo estoy decidido a hacer justicia, fincarles responsabilidad y obligarlos a devolver lo robado”. Y eso que la trifulca por el gobierno de Veracruz apenas despunta… Así que aquello de enviar una avanzada, de la pregira, de tomar el control y la seguridad, es rollo. Sin tanta parafernalia siempre sí viene a Veracruz Enrique Peña Nieto. Se había descartado que presidiera el aniversario de la promulgación de la Ley Agraria, en el puerto de Veracruz, y así lo confirmó el líder de la Confederación Nacional Campesina, Manuel Cota Jiménez. Pero “de última hora”, Presidencia de la República confirmó su asistencia y lo exaltó el gobernador Javier Duarte en la red social Twitter. Ningún presidente decide “de última hora” viajar y encabezar actos de gobierno. Su aparato de seguridad, el Estado Mayor Presidencial, mueve agentes, revisa aquellos lugares en que estará el mandatario, se adueña de todo y dispone de todo. No lo realiza “de última hora” sino que obedece a una logística. Peña Nieto puso frío al duartismo con el amigo de no venir a Veracruz. Lo acalambró con el tema de la sucesión, por la mitomanía de Javier Duarte que se vuela cuando habla, que dispara “mamadas” —así se expresa JDO— como aquella de que EPN le confió que él, el gordobés jarocho, será el dedo elector, pues él, el gordobés, es el único amigo que tiene en Veracruz y que él, el gordobés, designará al candidato del PRI, lo que es de entrada un delito electoral. Matiza el loco de palacio lo que implicará la visita presidencial. No habrá signos ni señales, admite. No habrá “destape” ni será acto partidista, dice. Supina ignorancia la de Javier Duarte. Nunca ha habido destape en la gira de la Ley Agraria. Ha sido siempre un día de sutileza política, el arranque de la carrera, el tropel de los búfalos, pero sin “destape”. Este 6 de enero también tienen programado los pensionados su protesta por la represión del gobernador, por el agravio y la agresión, por el uso de la policía, el 23 de diciembre, para retirarlos por la fuerza cuando bloqueaban la calle Enríquez, frente a palacio, indignados por la burla, por la falta de pago de sus quincenas, su aguinaldo, su retroactivo, por el uso de bastones eléctricos, como si fueran delincuentes y no pensionados de la tercera edad. Tentativamente este 6 de enero se manifestarán y a ver si Javier Duarte se atreve a liberar su instinto represor en presencia de Peña Nieto… Tan bien que iba Rocío Nahle. Subía a tribuna, fijaba la postura de Morena, negociaba comisiones, flexibilizaba la línea pejista, si no era la del Distrito Federal era nada y al final logró rescatar para su fracción parlamentaria las de Seguridad Social, de Transparencia y Anticorrupción, de Reforma Agraria y de Fomento Cooperativo y Economía Social. El PRD se quedó con la del DF, pero la cosecha fue súper. Iba bien hasta que un hecho trivial, el aguinaldo que reciben los diputados federales, la dejó mal parada. Donó Rocío Nahle los 150 mil pesos de aguinaldo a la Escuela de Derecho Ponciano Arriaga, ubicada en la delegación Cuauhtémoc, en el DF, auspiciada por López Obrador, y provocó una inusitada reacción. Si es diputada por Coatzacoalcos, ¿por qué no lo aportó a un centro educativo de este distrito, que es donde fue electa, de donde surgieron los votos que la llevaron al Congreso federal? Le llueve piña en las redes sociales. Le cuestionan que siembre en la parcela de Andrés López Obrador porque ahí quiere votos y más votos el dueño de Morena, porque es la llave para arribar al gobierno del DF, porque nada hay como gobernar, vía sus morenistas, la capital del país, la sede del imperio. Y Rocío Nahle, la diputada por Coatza, se presta al juego. Por eso la felpa en las redes sociales. “Cuánta gente se le acercó a pedirle en campaña y dijo que no tenía presupuesto, pero que en cuanto llegara a San Lázaro ayudaría a los necesitados de Coatzacoalcos”. Y como esa muchas más…

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