Lo que la violencia nos dejó
- Mujeres Que Saben Latín
Por: sheyla Fuertes
En el año que concluye siguieron registrándose acciones de violencia contra las mujeres, en todos sus tipos y modalidades, violencia psicológica, física, económica, patrimonial, comunitaria, laboral, escolar, en la calle y por supuesto los feminicidios, delito tipificado desde el 2011 en el Código Penal del Estado.
Tan solo en Veracruz de acuerdo con datos del Centro Estudios de Género de la Universidad Veracruzana, se reportan hasta noviembre de este año 72 feminicidios, y aunque existe un protocolo de diligencias básicas que debe seguir el Ministerio Público en la investigación de los delitos contra la libertad, la seguridad sexual, contra la familia, de violencia de género y de feminicidio, muchas veces las autoridades no los consideran, y en ocasiones terminan sin ser investigados.
En este 2014, se presentaron situaciones de violencia de género, que no se han podido erradicar; en contra de jóvenes, adultas mayores y niñas que siguen sufriendo abusos y discriminación, problemáticas políticas y culturales que persisten en esta sociedad.
Si bien es cierto, los índices de violencia se registran con más frecuencia en las zonas rurales, la zona urbana no es la excepción, pues en todas partes existe un desconocimiento y por lo mismo un abuso en contra de los derechos de las mujeres.
También este año hemos visto cómo toman fuerza la violencia política y el acoso mediático. La primera la viven aquellas mujeres que acceden o quieren acceder a cargos de elección popular o a puestos públicos y son obstaculizadas hasta con referencias a su calidad moral o la puesta en duda de su capacidad. Por otro lado está el acoso mediático que ha encontrado en las redes sociales y en los medios de comunicación, plataformas para reproducir estereotipos de género y denostar a las mujeres exhibiéndolas como objetos.
El tema de la violencia que padecen mujeres y niñas, debe ser un tema en la agenda política de los gobiernos de México y el mundo, puesto que se trata de una clara discriminación. Es por ello que debemos impulsar una mejor educación para que todas conozcan sus derechos humanos y puedan exigirlos. Los gobiernos tiene la obligación de hacerlos valer y de crear políticas públicas que contribuyan a fomentar su desarrollo.
En este año tuve la oportunidad de convivir con mujeres y hombres que fungen como jefas y jefes de manzana en sus colonias, quienes recibieron capacitación en materia de derechos humanos y prevención de la violencia, y mostraron ganas de aprender, conocer y reforzar su ciudadanía, queremos más ciudadanas y ciudadanos así.
Sin duda hay mucho por hacer, pero para que las acciones a favor de las mujeres tengan eco y no se queden en el tintero, no podemos estar solas en esta labor.
¿Somos un sector de la población? No. Somos mayoría. De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística, más del 52 por ciento de la población en México, somos mujeres, por ello nuestras problemáticas deben ser de interés para todas y todos.
Pendientes, hay muchos. Por ello para este 2015, las problemáticas que nos afectan no deben ser ignoradas, no deben ser lejanas a usted o a mi. En nuestro país con todo lo que enfrentamos no podemos dejarlas pasar, tenemos que involucrarnos y exigirle a las autoridades la creación de políticas públicas con perspectiva de género, para abatir la brecha de desigualdad que aún existe entre mujeres y hombres.