Paco Contreras /
En días pasados charlaba con una colega de las formas en las que hombres y mujeres replicamos el sistema patriarcal, hablamos del machismo y que este no es exclusivo de los hombres, aunque seamos los principales protagonistas, ambos coincidimos en la existencia de mujeres que replican las prácticas y formas machistas, irremediablemente, surgió en la charla el argumento que hemos escuchado tantas veces que señala, a las mujeres como las principales “reproductoras” del machismo, dado que a partir del rol que las mujeres desempeñan de la educación, se considera que ellas son responsables de la formación de las futuras generaciones, argumento cargado de exclusión hacia las mujeres y supremacía masculina.
Ambos coincidimos que responsabilizar a las mujeres de la situación que las afecta, es parte de la estrategia que el sistema utiliza para oprimirlas, lo cual no solo lo hacen los hombres, sin embargo, quien saca mayor ganancia de esto al final es el mismo patriarcado que se mantiene activo y tan vigente muy a pesar del trabajo que se ha venido realizando desde el feminismo y la lucha de las mujeres.
Antes de continuar, quisiera retomar lo que para Marta Fontenla es el patriarcado. “El sistema de relaciones sexo-politcas basadas en diferentes instituciones públicas y privadas y en la solidaridad interclases e intragénero instaurado por los varones, quienes como grupo social y en forma individual y colectiva, oprimen a las mujeres también en forma individual y colectiva y se apropian de su fuerza productiva y reproductiva, de sus cuerpos y sus productos, ya sea con medios pacíficos o mediante el uso de la violencia.”
El patriarcado viene funcionando desde hace mucho tiempo y la peor parte les ha tocado a las mujeres, mi interlocutora me cuestionó. ¿Cómo es que los hombres podemos contribuir en la ruptura de la cadena y en la perpetuación de las estructuras de poder que el patriarcado nos impone? Creo que algo que las personas (mujeres y hombres) tenemos que hacer, es desactivar el sistema patriarcal y esto implica que se rompa con lo establecido y podamos cuestionar las relaciones de poder y sobre todo, los hombres dejemos de replicar prácticas masculinas y avancemos a procesos igualitarios que favorezcan el crecimiento y desarrollo de las personas. Por supuesto que las mujeres también tendrán que replantearse sus prácticas en este sistema, a ellas les corresponde responder por lo que les toca.
La idea principal de mi planteamiento es que hombres y mujeres tenemos que desactivar el sistema patriarcal que finalmente solo favorece las desigualdades entre mujeres y hombres y hacia dentro de los mismos géneros, esta desactivación va acompañada de una revolución en la que lo establecido lo confrontemos, lo cuestionemos y sobre todo que podamos hacer caer las estructuras que sostienen al patriarcado, un elemento importante en esta tarea, es que podamos caminar juntos mujeres y hombres haciendo un trabajo conjunto, respetuoso de nuestras diferencias pero buscando el acceso a la igualdad de oportunidades.
Esto es una tarea compleja en la que los hombres tenemos que renunciar a ser protagonistas y convertirnos en actores activos (en el plano que nos corresponda) de nuestras construcciones, así como de las disidencias a la hegemonía que poco a poco van creciendo y que a la larga favorecerán la desactivación del sistema patriarcal, sin esperar elogios y reconocimiento por ello, dado que esto replica el sistema patriarcal en el ejercicio de las “nuevas masculinidades” o “masculinidades alternativas”.
Es importante que reconozcamos que la posibilidad que ahora tenemos como hombres en cuanto a la reflexión de nuestras masculinidades y el acceso a vivencias que favorecen el acercamiento a las emociones que por mucho tiempo nos fueron negadas, es el resultado del trabajo que las mujeres han hecho por largo tiempo, cuestionando y confrontando las experiencias, privilegios y sobre todo las desventajas que a ellas les han dolido mucho. No esperemos que ahora ellas hablen por nosotros, defendiéndonos del sistema que a ellas les oprime, por supuesto que como hombres somos víctimas del patriarcado, sin embargo, somos víctimas con privilegios y grandes ganancias.
Este planteamiento toca todas la esferas en las que nos involucramos hombres y las mujeres, desde la cotidianidad más doméstica, hasta la participación activa y efectiva en las esferas de la política pública y la generación del conocimiento, sin dejar fuera el cuidado, la crianza y la educación y formación de las nuevas generaciones.
En este sentido, concluimos mi colega y yo que mucho tenemos que hacer y harto trabajo falta, a lo que le comenté que por Xalapa, lo estamos intentando desde el Programa de Hombres Renunciando a su Violencia donde de manera colectiva vamos reflexionando y cuestionando nuestras trayectorias masculinas y proponiendo formas que nos permitan generar relaciones empáticas en las que el dialogo se priorice para ir acercándonos a la compresión de las necesidades que ambas partes compartimos dejando atrás las posturas e intereses que muchas veces nos separan.
Recuerden que el Programa de Hombres Renunciando a su Violencia de Xalapa, sesiona los miércoles a partir de las 18:00 hrs., en las instalaciones del Centro de Integración Juvenil de Xalapa que se ubica en la esquina que forman las avenidas acueducto y Adolfo Ruiz Cortines de la Colonia Unidad Magisterial de esta ciudad.