Ariel Montalvo Torres /
Hace dos años, en febrero de 2012, un muy pequeño grupo de ciclistas circulaba por algunas calles céntricas de Xalapa, aprovechando la tranquilidad que a esas horas había en la ciudad para disfrutar del recorrido en plena noche invernal, en medio de un ambiente amigable y de camaradería. De entre las conversaciones dadas en ese paseo, surgió la idea de hacer un recorrido urbano cada semana y fue así como comenzaron a realizarse los paseos semanales de Physis Ciclovida. De esos días al de hoy, muchos kilómetros han sido recorridos por quienes conforman este colectivo ciclista, y mejor aún, por quienes se han sumado al movimiento local que este colectivo ha generado, procurado y enriquecido.
Ya sea por interés en hacer ejercicio con la bicicleta, porque ha resultado atractiva la posibilidad de experimentar la circulación segura en este vehículo de dos ruedas dentro de la ciudad, o por las propias dinámicas de socialización que se generan dentro de los paseos semanales de Physis –que siempre resultan momentos muy gratos– cientos de personas han venido incorporándose semana a semana, mes con mes, al movimiento ciclista xalapeño y esto da como resultado un asombroso presente, celebrable por su crecimiento y alentador por su ímpetu y numeralia. Hoy, la gran mayoría de esas personas son quienes ahora integran una comunidad ciclista local que ya es imposible ignorar, tanto para el resto de la ciudadanía como para el propio gobierno municipal.
Cierto es que el inicio de un movimiento en pro del uso de la bicicleta en Xalapa, no sólo como instrumento recreativo sino como medio de transporte urbano, tiene ya varios años de haberse dado, pero cierto es también que nunca antes se habían visto todos los elementos que hoy encontramos en él, de entre los que destaca una lista creciente de agrupaciones ciclistas, la oferta de recorridos urbanos diferentes cada semana, incluso en cuatro días distintos y ofrecidos por diversos grupos, eventos frecuentes relacionados al tema ciclista y espacios que se ofrecen con variadas formas de capacitación para quienes desean iniciarse en la práctica del ciclismo urbano, además de la lluvia constante de información temática a través de las redes sociales. Todo ello, en conjunto, es interesante de ver ahora en una ciudad que históricamente no ha sido la más amigable con el uso de la bicicleta como medio de transporte, ni con los peatones, por tres factores que ahora han llegado al momento de ser superados: 1) la orografía de Xalapa, llena de subidas y bajadas, 2) la permanencia del ideal que supone al automóvil como símbolo de confort, riqueza y estatus, y 3) la muy lamentable infraestructura urbana creada para el peatón.
Comprobado está ya, por los cientos (o quizá miles) de personas que ahora usan bicicleta en Xalapa, que la orografía de esta ciudad no es un impedimento para trasladarse en ella de un punto a otro. El trazo de una ruta bien pensada, el uso correcto de un sistema de cambios de velocidades y una bicicleta dotada con ellas, y adecuada, es la combinación necesaria para lograr un viaje deseado sin tantas complicaciones.
Para una gran parte de la población xalapeña, el automóvil particular es desde hace ya varias décadas un símbolo aspiracional, mitificado como la solución inmediata y la más deseada para resolver la movilidad individual, familiar o colectiva. Lamentable lugar común, alejado de los costos reales que implican las acciones derivadas de este mito. El tráfico y la contaminación ya son conocidos por todos nosotros. En Xalapa, nada más cercano que eso.
Pero decidir dejar el automóvil particular en casa, y optar por caminar o usar el transporte colectivo, o la combinación de ambas opciones no es lo más atractivo si consideramos todos los riesgos que como peatones enfrentamos al intentar nuestras travesías por muchas de las calles y avenidas de esta ciudad. Sabemos que no es extraño tener que abandonar la acera porque en ella no cabemos todos los transeúntes, y que con frecuencia nos exponemos al flujo vehicular de avenidas en las que el diseño está hecho únicamente para el recorrer de los automóviles y no también para el de los peatones. Es aquí donde la infraestructura peatonal xalapeña nos queda debiendo, y mucho.
Para el movimiento ciclista local éste es sin duda un muy buen momento histórico, y para fortuna de todos éste es también un momento oportuno en el que, gracias a que todos estos temas han sido y están siendo expuestos de manera clara y detallada ante la alcaldía de la ciudad mediante foros específicos organizados por ella misma, existe la enorme posibilidad de capitalizar la convergencia de todas estas experiencias, conocimientos y voluntades en pro de una Xalapa mejor, más humana, más armoniosa y más amigable para con sus habitantes. Sobre estos temas, la administración municipal que ahora inicia su ejercicio tiene por tanto ante sí todas las cartas puestas sobre la mesa y muchas de las condiciones necesarias para activar los cambios que la ciudad requiere con urgencia. Ojalá entonces que el momento histórico y oportuno sea aprovechado por quienes ahora conducen esta alcaldía en todas las posibilidades que ofrece, y que en muy poco tiempo la capital veracruzana logre los semblantes mejores que deseamos para ella.
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El colectivo Physis Ciclovida se formó en febrero del 2012. Entre sus integrantes hay ciclistas pertenecientes a distintas ramas: urbano, montaña, ruta, street, descenso y otras. En sus actividades buscan fundamentalmente incidir en tres temas: la bicicleta como medio de transporte, la movilidad en la ciudad y la bicicleta como vía de proximidad con la naturaleza. Entre sus actividades realizan un recorrido nocturno todos los miércoles, el punto de reunión es la plaza ubicada en la Av. Xalapa esq. Américas. Desde abril del 2012 es el primer y único colectivo del Estado de Veracruz que es miembro pleno y activo dentro de la Red Nacional de Ciclismo Urbano (BiciRed), organización no gubernamental que agrupa 50 asociaciones ciclistas de diferentes estados del país.
physisciclovida.org
@PhysisCiclovida
facebook.com/PhysisCiclovidaXalapa