Amatlán, Ver.— El sacerdote Mario N, preso en el penal de La Toma y acusado de violar a una menor de edad en Cuitláhuac, podría salir de prisión y enfrentar su proceso en libertad. Según exhibieron familiares de la víctima.

Durante la audiencia realizada en la sala de juicios orales, el juez de control planteó la posibilidad de modificar la medida cautelar impuesta al religioso, argumentando problemas de salud. De concederse este cambio, el imputado continuaría su proceso fuera de prisión.

FISCALÍA ESPECIALIZADA IMPUTA A PROBABLE RESPONSABLE POR PEDERASTIA AGRAVADA EN TIERRA BLANCA Y CUITLÁHUAC

Logra prisión preventiva oficiosa pic.twitter.com/gRAYYY8Yfx

— FGE Veracruz (@FGE_Veracruz) August 11, 2025

Para la familia de Yuliana, la víctima, esta decisión representaría un retroceso en la búsqueda de justicia. Consideran que el acusado debe permanecer bajo resguardo institucional y no regresar a su domicilio mientras se desarrolla el juicio.

Según la carpeta de investigación, los presuntos hechos ocurrieron en Cuitláhuac, cuando el sacerdote —quien en aquel momento oficiaba en una parroquia de Tierra Blanca— habría trasladado a la joven de entonces 17 años hacia un evento religioso.

Conforme a lo asentado en la denuncia, el trayecto se desvió hacia la región mencionada, donde presuntamente se cometió el abuso sexual.

Detenido en el puerto de Veracruz

El señalado se habría movido al puerto de Veracruz. Fue ahí donde, el pasado lunes 11 de agosto, agentes de la Policía Ministerial ejecutaron una orden de aprehensión en su contra.

En su declaración, Yuliana detalló que colaboraba como servidora en distintas parroquias de la región, entre ellas la Parroquia del Divino Salvador en Huixcolotla y la Parroquia de la Transfiguración del Señor en Tierra Blanca, espacios donde tuvo cercanía con el acusado.

También explicó que decidió hacer pública su versión de los hechos para evitar que su testimonio quedara minimizado ante la figura pastoral del sacerdote, quien gozaba de reconocimiento en la comunidad religiosa.

“Solo pido justicia y que esto no le suceda a otras personas”, expresó al hablar de las razones que la llevaron a romper el silencio, señalando que el caso ha afectado seriamente su salud física y emocional.

Este jueves 20 de noviembre, familiares de la joven organizaron una manifestación de forma pacífica afuera de la sala de juicios orales de La Toma, en Amatlán de los Reyes.

Con esta movilización exigieron que el caso se analice con perspectiva de género y derechos humanos, tomando en cuenta que la denunciante era menor de edad al momento de los hechos.

(BRLH)