• Municipios

Omealca, Cuichapa y Amatlán, focos de robo de gas LP en Veracruz

  • Miguel Ángel Contreras Mauss
Los municipios de Omealca, Cuichapa y Amatlán de los Reyes se mantienen como los principales focos del robo de gas licuado de petróleo.

Córdoba, Ver.– Los municipios de Omealca, Cuichapa y Amatlán de los Reyes se mantienen como los principales focos del robo de gas licuado de petróleo (LP) en el estado de Veracruz. La zona, atravesada por ductos de Pemex que transportan combustible hacia el centro del país, concentra cada año un número importante de tomas clandestinas.

De acuerdo con el Observatorio Ciudadano IGAVIM, en 2023 se detectaron mil 25 perforaciones ilegales en el estado; en 2024, la cifra disminuyó a 245. Durante ese año, Omealca encabezó los reportes regionales con once tomas, Cuichapa registró diez y Amatlán de los Reyes dos. Para 2025, los informes de seguridad muestran un repunte: en el primer trimestre se contabilizaron al menos 75 casos en distintos municipios, un promedio de 25 al mes.

Las autoridades atribuyen este aumento a la ubicación geográfica de la zona centro, donde los ductos atraviesan comunidades rurales con poca vigilancia. En Omealca y Cuichapa, los puntos más críticos se encuentran en zonas agrícolas y caminos de terracería. En Amatlán de los Reyes, Pemex reportó dos tomas clandestinas durante los primeros meses de 2025, las cuales fueron clausuradas sin incidentes mayores.

El robo de gas LP, conocido como “huachigas”, ha provocado múltiples accidentes en la última década. En 2019, una fuga en Paso Rosario, Amatlán, obligó a evacuar a más de 80 personas; en 2020, un incendio en Cuichapa consumió varias hectáreas de cultivo tras otra perforación ilegal. En Omealca, las fugas y clausuras se han vuelto frecuentes en comunidades como Rancho Trejo, El Refugio y Paso del Macho.

La Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) advierte que Veracruz continúa entre los estados con mayor riesgo por tomas clandestinas en ductos de gas LP. Entre 2015 y 2025 se han documentado más de 30 fugas y explosiones relacionadas con esta actividad.

Aunque Pemex ha reforzado la vigilancia con personal de seguridad física y apoyo de la Guardia Nacional, el llamado “triángulo del huachigas” sigue siendo una zona de alto riesgo.