Córdoba, Ver.– Veracruz, uno de los principales productores de limón persa del país, enfrenta una crisis histórica que pone en riesgo a miles de familias del campo.

El kilo se pagaba este sábado 4 de octubre apenas entre 3.5 y 4.5 pesos, un nivel que ni siquiera cubre los costos de producción. Ante este escenario, productores de Cuitláhuac, Atoyac, Paso del Macho y otras regiones del estado denuncian que empacadoras y coyotes controlan el mercado y los mantienen al borde de la quiebra.

“Nos tienen en la quiebra. Ellos fijan el precio y nosotros no tenemos forma de defendernos; ni los jornales ni los fertilizantes se pagan con lo que nos dan”, dijo un productor de Cuitláhuac. 

La frustración se traduce en abandono de huertas e incluso derribo de árboles, algo que pocos recuerdan en las últimas décadas.

La situación contrasta con los precios que tuvo el limón persa en años recientes: en 2021 se cotizó entre cinco y 5.5 pesos; en 2022, entre cinco y seis; en 2023, alcanzó máximos históricos de 26 y 27 pesos; en 2024, se mantuvo entre ocho y nueve; y este 2025, el valor se desplomó a 3.5–4.5 pesos por kilo.

Según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), Veracruz produce aproximadamente 600 mil toneladas anuales de limón persa, concentradas en municipios como Martínez de la Torre, Tlapacoyan, Álamo, Misantla, Cuitláhuac y Atoyac. La citricultura es una fuente clave de empleo en el estado, pues genera trabajo directo e indirecto a miles de familias.

La diferencia entre el costo de producción y el precio de venta generó un efecto dominó: productores que antes invertían en fertilizantes y transporte hoy optan por no cosechar o incluso talar sus árboles, mientras el mercado sigue controlado por intermediarios que fijan precios bajos para maximizar su margen.

Organizaciones campesinas del estado exigen la intervención urgente de autoridades estatales y federales, con medidas que regulen el mercado, limiten los abusos de intermediarios y garanticen un precio justo para los limoneros. De lo contrario, advierten, la crisis podría derrumbar la cadena productiva del limón en Veracruz y dejar vacíos cientos de hectáreas de huerta en los próximos meses.