Veracruz, Ver.— El Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) detectó un presunto desfalco que asciende a 160 millones de pesos por la remodelación del estadio de fútbol Luis Pirata de la Fuente, inmueble ubicado en Boca del Río, Veracruz. La obra es insignia del exgobernador Cuitláhuac García Jiménez. 

Cámaras de seguridad y controladores de acceso adquiridos a sobrecosto, así como butacas inutilizables, sumaron al presunto daño patrimonial detectado en la Cuenta Pública 2024, último año del gobierno del morenista. También se detectaron pagos elevados por volúmenes no ejecutados, deficiencias técnicas constructivas y costos excesivos.

Otras de las irregularidades fue el monumento de bronce del “Pirata” Fuente, cuya restauración costó 421 mil pesos, pero al momento de la auditoría del Orfis seguía oxidado.

La tecnología del lugar se adquirió como “de punta”, pero con precios inflados y equipos incompletos. Lo mismo sucedió con los baños, inodoros y lavabos adquiridos a sobreprecio.

En las gradas se pagaron 664 butacas a un costo de más de mil pesos cada una, pero quedaron colocadas detrás de torres estructurales y resultaron inutilizables.

Remodelación duró casi 3 años

Los trabajos de remodelación del estadio Pirata Fuente —ubicado en el fraccionamiento Virginia de Boca del Río— comenzaron en diciembre de 2022. El viejo inmueble fue demolido y en su lugar construido un nuevo espacio. 

El edificio se levantó en tres etapas: la primera con los cimientos; la segunda con los trabajos en acabados, instalaciones eléctricas, sanitarias, hidráulicas y sistemas especiales de voz y datos; y la tercera con la instalación de la plaza comercial ‘La Mantarraya’.

El estadio vio el regreso del fútbol después de varios años con los torneos de la Kings League y la Queens League el pasado 17 de mayo de 2025.

Sin embargo, fue durante la celebración de la International Football Cup (IFC) —a inicios de julio pasado— que se pusieron en evidencia los errores en el diseño del inmueble. En las redes sociales circularon imágenes de algunas de las deficiencias en la infraestructura. 

Entonces, se señaló que el césped que se colocó fue de muy mala calidad. También se puso en duda la posición de las cuatro torres de palcos, pues estas afectan la visibilidad de la afición que se sienta en gradas. Además, en la zona VIP se instalaron butacas reclinables de menor calidad a la contratada. (BRLH)