Córdoba, Ver.- Una protesta de brazos caídos por tiempo indefinido realiza una treintena de trabajadores de limpieza en el Centro de Salud de Córdoba, ubicado junto a la Jurisdicción Sanitaria Número 6. 

La causa: este martes 30 de septiembre se cumplirán tres quincenas, es decir, mes y medio sin que reciban su salario por parte de la empresa LEIH, que presta el servicio de limpieza a los hospitales y centros de salud del estado. 

Desde temprana hora, los afectados se apostaron afuera del edificio, ubicado en la calle 21 y avenida 9 Bis, por tiempo indefinido, portando cartulinas donde se leen sus demandas y consignas como “Exigimos nuestros pagos de tres quincenas. Limpieza LEIH”, entre otras. También realizan cierres intermitentes de la vialidad.

“La manifestación es porque no nos han pagado, ya para mañana serían tres quincenas que nos están adeudando. Nos han dado puras largas, que para el viernes, que para el martes. 

Esta vez nos dijeron que nos iban a depositar hoy o mañana, pero si ya nos mintieron dos o tres veces no vamos a estar esperando a que nos vuelvan a mentir”, expresó un trabajador inconforme. 

De acuerdo con el empleado, el problema por el incumplimiento de pago de sus jornadas laborales por parte de la empresa “Limpieza Especializada, Industrial y Hospitalaria” (LEIH) se vive a nivel estatal.

Los adeudos, dijeron, dejan la deriva a las plantillas de los hospitales de la entidad y centros de salud del IMSS-Bienestar. Además, aseguraron que la suspensión de los servicios también se afecta a los usuarios y derechohabientes por la falta de higiene en los inmuebles.

“Esta vez estamos en espera de que nos paguen o nos den una respuesta porque ya nos han estado prometiendo y nada. Ya hemos estado en paro, como en el Hospital General Yanga y el Hospital de Río Blanco. Hacemos un llamado a las autoridades que, están encargadas de esto y se pongan las pilas”, aseveró.

Los trabajadores afirmaron que recurren a pedir préstamos desde hace mes y medio para subsistir, por lo que se encuentran endeudados.
 “Que ya se den cuenta que con puras promesas no vamos a comer; hay señoras que tienen hijos en la escuela, tenemos deudas, entonces no hemos podido solventar esos gastos. Ya no sabemos dónde pedir prestado”, comentó un trabajador.