Alejandro ‘Alito’ Moreno Cárdenas, presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), anunció este martes que su partido presentó una denuncia formal ante el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) y la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) contra el senador de Morena, Adán Augusto López Hernández, por presuntos vínculos con el crimen organizado, incluyendo actividades de narcotráfico, robo de combustible, contrabando y lavado de dinero.

La acusación, presentada también ante el Departamento de Justicia y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, señala al coordinador de los senadores de Morena como parte de una red delictiva con impacto transfronterizo.

En conferencia de prensa desde el Senado de la República, Moreno detalló que la denuncia no solo abarca a López Hernández, sino también a otros políticos vinculados con Morena, como el senador Carlos Lomelí Bolaños, quien preside la Comisión de Marina y habría sido sancionado por la DEA por nexos con un cártel mexicano.

La Comisión de la Marina le fue retirada al PRI luego de que Néstor Camarillo se pasara de su bancada a la de Movimiento Ciudadano (MC), por lo que el instituto quedó como la cuarta fuerza dentro del Senado.

Moreno destacó que las acusaciones se sustentan en datos recopilados durante meses de reuniones nacionales e internacionales, incluyendo señalamientos sobre contratos y ventas de precursores químicos que vincularían a Lomelí con el crimen organizado.

El documento difundido por el senador en redes sociales y dirigido a las autoridades estadounidenses, describe un supuesto esquema delictivo liderado por ciudadanos mexicanos con nexos gubernamentales, quienes habrían robado petróleo crudo en México, trasladándolo a Estados Unidos para su procesamiento y reimportando los productos refinados, violando leyes federales estadounidenses.

¿Quién más está implicado en el documento que emitió el PRI?

“El Estado mexicano está podrido con esta red de corrupción”, afirmó Moreno, quien también acusó al exsecretario de Gobernación de avalar ascensos de funcionarios implicados en el caso de “huachicol fiscal”, como los hermanos Manuel Roberto y Fernando Farías Laguna, propuestos al Senado por órdenes del expresidente Andrés Manuel López Obrador.

Las acusaciones contra se intensificaron tras la detención en Paraguay, el 13 de septiembre, de Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad de Tabasco durante el mandato de Adán Augusto como gobernador.

Moreno también señaló a otros funcionarios de Morena, como Alfonso Romo, exjefe de la Oficina de la Presidencia, acusado de lavado de dinero, y los gobernadores Américo Villarreal y Alfonso Durazo, por supuestos nexos con el narcotráfico, a quienes engloba en lo que llamó el “Cártel de Macuspana”.

El líder priista aseguró haber presentado denuncias previas ante la FGR contra López Obrador, sus hijos y gobernadores morenistas, calificando al exmandatario como “el gran encubridor de criminales y terroristas”.

En una entrevista, al ser cuestionado por un reportero sobre si dejaría la coordinación de Morena por las acusaciones que se le hacían, Adán Augusto respondió que no hay “un sólo señalamiento” expreso contra él.

“No sea mentiroso”, respondió al reportero, agregando que los expedientes de la fiscalía son secretos, por lo que ni él ni nadie más podían saber lo que había dentro de ellos. (PSR)