Al momento no se cuenta con indicios que presuman la comisión de un delito doloso en el caso de la muerte de Carlos Gurrola Arguijo, ‘Papayita’, el trabajador de una planta HEB que falleció tras supuestamente beber desengrasante como parte de una “broma” de sus compañeros de trabajo.

Así lo aseguró el fiscal de Coahuila, Federico Fernández, quien agregó que este lunes familiares y asesores legales tuvieron acceso a la carpeta de investigación y videograbaciones del día de los hechos y del día anterior.

El domingo, familiares y amigos de Carlos Gurrola realizaron una protesta que culminó en la tienda HEB Senderos, donde ocurrieron los hechos, para exigir justicia. Por su parte, el fiscal les aseguró este lunes que la carpeta de investigación seguía en proceso.

De acuerdo con información publicada por El Universal, el fiscal Federico Fernández aseguró:

“Desde el primer momento que tuvimos conocimiento de este caso tan sensible, no hemos dejado de estar bien atentos en cuanto a lo que fiscalía corresponde y fungir como mediadores entre la familia y la empresa”.

El caso Carlos Gurrola

Carlos Gurrola Arguijo, conocido como ‘Papayita’, era un trabajador de limpieza de 47 años de Torreón, Coahuila, que falleció tras ser víctima de una broma laboral.

El 30 de agosto, sus compañeros de trabajo, en un acto de bullying, colocaron una sustancia tóxica, presuntamente desengrasante, en su botella de electrolitos, lo que le provocó quemaduras internas graves en la tráquea y los pulmones.

Los hechos, ocurridos en la tienda HEB Senderos, hicieron que la Fiscalía General del Estado (FGE) de Coahuila abriera una investigación y solicitó las grabaciones de la empresa en la que laboraba la víctima; sin embargo, la botella con el líquido dañino fue desechada, presuntamente, por sus compañeros, quienes habrían intentado encubrir la muerte.

‘Papayita’ sufría abusos en el trabajo

Gurrola, fallecido el 18 de septiembre y quien laboraba para la empresa Multiservicios Rocasa S.A. de C.V., subcontratada por HEB, era constantemente acosado por sus compañeros.

Según su familia, le escondían la comida y su celular, además, dañaban su bicicleta ponchándole las llantas.

Estas “bromas” recurrentes escalaron hasta el 30 de agosto, cuando alrededor de las 15:30, Carlos regresó de su almuerzo y bebió un sorbo de su electrolito, notando un sabor extraño.

Aunque desechó el líquido, lo ingerido fue suficiente para dañar su salud. La sustancia, descrita como un químico corrosivo, causó quemaduras internas que le quitaron la vida.

Por su parte, HEB no reconoció la responsabilidad de la muerte del hombre, bajo el argumento de que no era su empleado directo, sino de Rocasa.

No lo auxiliaron a tiempo

La empresa no brindó asistencia médica oportuna, y la familia fue notificada casi tres horas después del incidente, alrededor de las 18:00.

Gurrola fue trasladado por medios propios a la Cruz Roja y luego a la Clínica 71 del IMSS, donde permaneció internado hasta su fallecimiento.

Según reportes médicos, un lavado gástrico a tiempo pudo haber salvado su vida, pero la demora en la atención fue determinante.

La familia de Gurrola, exige justicia a través de una página de Facebook: “Justicia para Carlos Gurrola Arguijo”. (MCJ)