Según la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF), más del 26 % de la carga terrestre en México se mueve por ferrocarril, un porcentaje que ha venido creciendo en la última década gracias a la inversión privada en infraestructura. En este contexto, Grupo México ha anunciado una de sus apuestas más ambiciosas: destinar más de 7 mil 200 millones de pesos para sumar 120 locomotoras a su división ferroviaria, con lo que busca responder a la creciente demanda de transporte eficiente y sostenible en sectores estratégicos de la economía.

Las primeras 90 locomotoras ya están en operación a lo largo de distintos corredores nacionales. Las 30 unidades restantes se incorporarán hacia el cierre del año, lo que permitirá que la capacidad de transporte crezca de manera ordenada y sin interrupciones para los usuarios. Con ello, sectores como el automotriz, el agrícola o el energético tendrán mayor certeza en sus calendarios de traslado.

Red ferroviaria de Grupo México y conexión binacional

La red de Grupo México Transportes es una de las más extensas de Norteamérica: conecta 24 estados y enlaza con Estados Unidos mediante seis cruces fronterizos. Dentro de estas rutas destaca un elemento innovador, el Ferrobuque que une Coatzacoalcos, Veracruz, con Mobile, Alabama. El Servicio intermodal, que combina mar y ferrocarril, ilustra el esfuerzo de la empresa por diversificar soluciones de transporte y abrir caminos alternativos para los usuarios que necesitan cruzar fronteras sin depender solo de carreteras.

Los puertos mexicanos también juegan un papel central en la estrategia. Guaymas, Topolobampo, Mazatlán, Manzanillo, Altamira, Veracruz y Coatzacoalcos son puntos donde el ferrocarril se convierte en pieza clave de la logística. Cada locomotora adicional significa mayor capacidad para conectar el hinterland industrial del país con terminales portuarias que alimentan el comercio internacional. En ese sentido, la inversión no solo fortalece a la empresa, sino también a los corredores económicos que nacen en los estados costeros y llegan hasta la frontera norte.

La decisión de ampliar la flota responde a un objetivo de largo alcance: incrementar la presencia del ferrocarril en el transporte de carga terrestre. El tren ofrece ventajas en costos, tiempos y sostenibilidad que hoy resultan más atractivas frente al autotransporte. Grupo México ha señalado que busca consolidar al ferrocarril como una alternativa eficiente, y la magnitud de la inversión refleja un compromiso de fondo, no una acción coyuntural.

Una consecuencia directa de este esfuerzo es la capacidad de atender sectores críticos para la economía. El traslado de insumos agrícolas, energéticos y de construcción depende de cadenas de suministro estables, y el ferrocarril es un aliado para asegurar su continuidad. Al robustecer la flota, Grupo México se inserta en los grandes objetivos nacionales: garantizar la seguridad alimentaria, fortalecer la matriz energética y sostener el dinamismo de industrias estratégicas.

Inversión internacional de Grupo México

El impacto regional es otro punto a considerar. Al conectar 24 estados mediante su red ferroviaria, la empresa ofrece una plataforma para que proyectos locales puedan acceder a mercados nacionales e internacionales. El efecto multiplicador de contar con infraestructura ferroviaria de alto nivel es evidente: las industrias regionales encuentran un canal más competitivo para mover sus productos y con ello se fomenta la atracción de nuevas inversiones.

El mercado logístico vive una etapa en la que los modelos intermodales se consolidan como la vía más eficiente para mover mercancías. La complementariedad entre ferrocarril, carreteras y puertos ofrece ventajas en costos, tiempos y sostenibilidad que resultan decisivas para la competitividad. Con esta dinámica, México asegura un lugar privilegiado en el mapa de las cadenas de suministro norteamericanas. (DFD)