Xalapa, Ver.– Grupos civiles y organizaciones defensoras de los derechos humanos alertan que el desabasto prolongado de antirretrovirales (ARV) en Veracruz pone en grave riesgo la salud y la vida de personas que viven con VIH.

Según el infectólogo Carlos García, esta situación podría generar resistencia viral, avance de la enfermedad y un aumento en las tasas de mortalidad.

Por su parte, Patricia Ponce Jiménez, vocera del Grupo Multisectorial VIH-SIDA, indicó que “hay cerca de 10 mil pacientes en riesgo”, ya que en municipios importantes como Coatzacoalcos, Poza Rica, Río Blanco, Veracruz y Xalapa se reporta desabasto de múltiples claves de antirretrovirales, incluso de aquellas vitales para el tratamiento.

La crisis no es nueva en Veracruz. En 2019, se registró un desabasto del 50 % de medicamentos antirretrovirales, situación que se prolongó hasta julio de ese año.

Organizaciones como Sí a la Vida han señalado que, en casos recientes, se han registrado fallecimientos vinculados a interrupciones en el tratamiento, durante la pandemia, por dificultades para acceder a consultas médicas y medicamentos.

Consecuencias de suspender el tratamiento antirretroviral

El infectólogo Carlos García explicó que interrumpir el tratamiento puede tener efectos graves:

1. Progresión del VIH y desarrollo de resistencia: La suspensión permite que el virus reanude su replicación, favoreciendo la aparición de cepas resistentes que podrían reducir la efectividad de la terapia.
2. Deterioro del sistema inmunológico: La falta de tratamiento permite que el recuento de células T CD4 disminuya, debilitando el sistema inmune y aumentando la vulnerabilidad a infecciones oportunistas. En casos no tratados, la progresión hacia sida puede culminar en menos de tres años.
3. Mayor riesgo de transmisión: Al dejar de tomar los medicamentos, la carga viral vuelve a ser detectable, lo que aumenta la probabilidad de contagio a otras personas.