Ciudadanos que enfrentan conflictos familiares o civiles por herencias, propiedades intestadas o disputas patrimoniales pueden acceder a mecanismos legales gratuitos como la usucapión, un recurso previsto por la ley que permite adquirir la propiedad de un bien tras poseerlo de forma pacífica y continua durante un periodo determinado. Este trámite se resuelve con apoyo del Poder Judicial y del Registro Público de la Propiedad.

El procedimiento aplica cuando una persona ha habitado o utilizado un bien, mueble o inmueble, como si fuera suyo, sin oposición legal del propietario original. Si se cumplen ciertos requisitos —como el tiempo mínimo de posesión y la actuación de buena fe—, un juez puede reconocer al poseedor como legítimo dueño. La sentencia debe inscribirse en el Registro Público de la Propiedad para tener efectos legales.

Existen dos tipos principales de usucapión: la ordinaria, que requiere justo título y buena fe, y la extraordinaria, donde no se exige ninguno de estos elementos, pero sí mayor tiempo de posesión. En ambos casos, la posesión debe ser pública, pacífica y sin interrupciones. Los plazos legales varían de 10 a 30 años, dependiendo del caso.

Los bienes susceptibles de usucapión son aquellos dentro del comercio legal, como casas, terrenos o vehículos. No aplican inmuebles de dominio público, como parques o espacios gubernamentales. Este mecanismo busca dar certeza jurídica, reducir litigios y evitar el abandono de propiedades.

Para quienes no cuentan con recursos, existen instituciones que ofrecen asesoría legal gratuita, como la Defensoría Pública Federal, el Centro de Justicia Alternativa o el Centro de Conciliación Laboral. También se puede solicitar orientación básica a través de Locatel, llamando al 55 56 58 11 11.

El acceso a estos recursos legales permite resolver conflictos familiares o patrimoniales sin necesidad de recurrir de inmediato a instancias judiciales privadas, promoviendo acuerdos y regularización de bienes con respaldo jurídico. (LV)