Los hermanos Isaías, Miguel y Efraín cambiaron los campos de cultivo en su natal estado de Chiapas, donde se dedicaban a la siembra de maíz, por la vida en Boca del Río. En los cruceros de la ciudad, los jóvenes hacen malabares a cambio de una moneda.

En San Cristóbal de las Casas, Chiapas, sembraban y cosechaban maíz. Hace apenas dos meses llegaron a la ciudad boqueña para buscar suerte en los semáforos. El cruce de la avenida Juan Pablo II y bulevar Ruiz Cortines de Boca del Río, justo frente a la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) de la Universidad Veracruzana (UV) se convirtió en su punto de encuentro.

El mayor de los tres de nombre Isaías, de 24 años, contó que en total tiene seis hermanos y que todos se dedican a lo mismo; se ganan la vida en los cruceros de la ciudad. Él aprendió a trabajar en los cruceros hace 10 años.

“Antes yo trabajaba en el campo, donde vivía en Chiapas, cortamos con el machete el maíz, de todo”.

Fue el hermano mayor de los tres, quien les enseñó a los menores a hacer malabares con pelotas, sin embargo; para darle mayor impacto al espectáculo callejero, Isaías, Miguel y Efraín decidieron agregar un elemento: se suben uno sobre otro hasta formar una torre humana.

Miguel se coloca abajo mientras sostiene en sus hombros a Isaías y este a su vez carga a Efraín, quien se encarga de hacer los malabares con las pelotas.

Con los rostros pintados de blanco, Isaías contó que, aunque resulta un tanto arriesgado, sobre todo para Efraín quien queda expuesto en lo alto de la torre humana, tienen perfeccionada la técnica para evitar accidentes.

Mencionó que además del estado de Veracruz, también han visitado otras entidades como Querétaro.

Comentó que en, Boca del Río estarán durante una corta temporada, pues dentro de un mes viajarán de vuelta a su natal San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Sobre el lugar en el que viven decidieron no hablar, ni dar sus apellidos.