Veracruz, Ver.- Lo que debía ser una noche inolvidable para celebrar los XV años de Emily Cruz Díaz, terminó convertido en una experiencia frustrante y lamentable. La familia de la joven denunció públicamente el pésimo servicio recibido en el salón social “Brasa”, ubicado en el cruce de la avenida Xalapa y la calle Victoria, en el puerto de Veracruz.

Mayumi Cruz Díaz, hermana de la festejada, relató que su familia pagó más de 50 mil pesos por un paquete completo para la celebración, el cual incluía renta del espacio, energía eléctrica, agua potable, cabina 360, mesa de dulces, música, iluminación y climas. Sin embargo, la realidad fue muy distinta.

“La luz se fue a medio vals, como a las 8:15 de la noche. Mi hermana siguió bailando porque el camarógrafo tenía reflectores, pero el DJ no pudo continuar y todo quedó a oscuras. No había luz en los pasillos ni en otras áreas del salón”, explicó Mayumi.

Intentaron remediar la situación con un generador eléctrico, pero este tampoco funcionó correctamente. La luz regresaba de forma intermitente y nunca se restableció completamente. Emily terminó su coreografía sin música, con apenas la iluminación de las cámaras.

Además de los problemas con la energía eléctrica, los baños no contaban con agua potable, estaban sucios y desprendían malos olores. “Los invitados estaban incómodos, hacía mucho calor, no había aire acondicionado y los baños eran un desastre”, añadió.

Ante las fallas, el dueño del salón les ofreció trasladar la fiesta a la planta alta del edificio, un espacio también rentado para eventos, pero al llegar ahí, los asistentes a una fiesta infantil que acababa de terminar les advirtieron que ese lugar tampoco contaba con servicios básicos.

“Nos dijeron que no subiéramos, que allá tampoco había agua ni luz. De todas formas lo hicimos, pero era la misma situación: baños sucios, sin agua y sin electricidad”, denunció Mayumi.

La cena se sirvió hasta las 10:30 de la noche, aunque el evento estaba programado para comenzar a las 8:00. Además, varios servicios incluidos en el paquete contratado, como la mesa de dulces, la cabina 360 y el brindis, nunca se ofrecieron.

“Fue un pésimo servicio. No nos dieron una solución ni asumieron responsabilidad. Lo que debía ser una celebración especial terminó siendo una noche para el olvido”, expresó.

La joven lamentó especialmente el impacto emocional que esto tuvo para su hermana y su familia, que con mucho esfuerzo había reunido el dinero para organizar la fiesta. “Vinieron familiares desde Tijuana, Monterrey y Morelos para acompañarnos. Fue muy triste”, dijo.

Tras compartir su experiencia en redes sociales, la familia descubrió que no son los únicos afectados. Otras personas han denunciado situaciones similares con el salón “Brasa”, lo que evidencia que las fallas no son aisladas, sino recurrentes.

Hasta el momento, los responsables del lugar no han ofrecido ninguna disculpa ni compensación.

“Más allá del dinero, fue una fecha importante para mi hermana, algo que soñó durante años. Esto no se puede repetir y no hay forma de compensarlo”, concluyó Mayumi.