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Este 20 de mayo se festeja el Día Mundial de las Abejas, ¿Por qué?

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Cada 20 de mayo se festeja el Día Mundial de las Abejas, pequeños insectos que tienen una tarea muy importante en la naturaleza.

Hoy, 20 de mayo, el zumbido de las abejas tiene un significado especial: se celebra el Día Mundial de las Abejas, una fecha dedicada a reconocer el papel fundamental que estos pequeños polinizadores juegan en la vida cotidiana.

El lema de este 2025, “Inspiradas por la naturaleza para nutrirnos a todos”, destaca no solo su importancia para la biodiversidad, sino también su vínculo directo con la seguridad alimentaria global.

La elección de esta fecha no es casual. Fue instaurada por las Naciones Unidas en 2018 para conmemorar el nacimiento de Anton Janša, un apicultor esloveno del siglo XVIII considerado pionero en técnicas modernas de apicultura.

 

Aproximadamente el 75 % de los cultivos alimentarios dependen de la polinización. Frutas, verduras, frutos secos y hasta plantas que sirven de alimento para el ganado requieren de esta actividad. Sin abejas, productos como manzanas, almendras o café podrían volverse escasos o desaparecer, afectando tanto la economía como la variedad de alimentos disponibles.

Pese a su importancia, muchas especies de abejas están en peligro. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) advierte que al menos 16 especies se encuentran en estado crítico. Entre ellas está la abeja gigante de Wallace y la abeja melífera de las Islas Canarias.

 

Más allá de la apicultura, la salud de las abejas es un indicador del estado general del medio ambiente. Su presencia o ausencia puede reflejar la calidad del aire, el agua y los suelos. Cuidarlas no solo garantiza alimentos en nuestras mesas, sino también el equilibrio de los ecosistemas que nos rodean.

Por eso, el Día Mundial de las Abejas busca algo más que rendir homenaje: pretende motivar a gobiernos, agricultores y ciudadanos a tomar medidas concretas para protegerlas. Cultivar plantas con flores en casa, evitar pesticidas, construir refugios artificiales y educar a los más jóvenes son algunas de las acciones que pueden marcar la diferencia. (EP)