Tener dinero en efectivo en casa puede parecer la forma más práctica de enfrentar emergencias, gastos imprevistos o simplemente evitar los trámites bancarios. Sin embargo, en México, esta práctica tiene ciertos límites legales que es importante conocer para evitar problemas con el Servicio de Administración Tributaria (SAT).

De acuerdo con el SAT, no existe un límite específico sobre cuánto efectivo puedes conservar en tu domicilio. Lo que sí está regulado es el uso de ese dinero en determinadas operaciones. Es decir, puedes tenerlo guardado, pero no puedes usarlo libremente para comprar bienes o servicios de alto valor sin justificar el origen de los recursos.

Todo está regulado por la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, conocida como la Ley Antilavado. Esta legislación, que busca combatir delitos financieros como el lavado de dinero, establece restricciones para el uso de efectivo en transacciones importantes.

Por ejemplo, si estás pensando en comprar un auto, una casa, joyería o una obra de arte con billetes en mano, debes conocer muy bien los montos permitidos para evitar ser investigado por las autoridades fiscales.

Para el año 2025, el valor de la Unidad de Medida y Actualización (UMA), que sirve como referencia para este tipo de límites, es de 113.14 pesos diarios. Esto equivale a 3,439.46 pesos mensuales y a 41,273.52 pesos anuales. Con base en este indicador, se definen los techos máximos para ciertas transacciones en efectivo.

Según la normativa vigente, puedes usar hasta 907,948.50 pesos en efectivo para adquirir un inmueble. Si se trata de vehículos, metales preciosos, joyas, relojes, obras de arte, servicios de blindaje, acciones o arrendamiento de bienes, el límite es de 363,179.40 pesos. Superar esos montos sin declarar el origen del dinero puede activar alertas en el SAT y, en consecuencia, detonar una revisión o incluso sanciones.

Ahora bien, ¿esto significa que puedes guardar hasta 907 mil pesos en tu casa sin preocuparte? En principio, sí. Pero con un gran “pero”: tener esa cantidad no te exime de la obligación de declarar tus ingresos ante el SAT. Especialmente si tus ingresos anuales superan los 400 mil pesos, el organismo fiscal puede requerir que justifiques cómo obtuviste ese dinero. (EP)