Veracruz, Ver.- Francisca Viveros Barradas, mejor conocida como Paquita la del Barrio, convirtió su dolor en música y en una poderosa denuncia contra el machismo. Víctima de violencia física y psicológica desde su juventud, encontró en sus canciones un espacio para visibilizar las injusticias que enfrentan muchas mujeres, con letras directas y mordaces como “Rata de dos patas” y “Animal rastrero”.

Aunque en vida afirmó que no se consideraba feminista, su legado musical desafió los estereotipos de género y dio voz a quienes han sufrido violencia y traición en el amor.

Nació el 2 de abril de 1947 en Alto Lucero, en un hogar humilde. Desde niña, trabajó en la cosecha de mangos y café para ayudar a su familia.

A los 15 años, conoció a su primer esposo, Miguel Gerardo Martínez, un hombre 30 años mayor que ella y con un matrimonio previo. Su relación duró siete años, marcados por la violencia.

Más tarde se casó con Alfredo Martínez, con quien vivió tres décadas de maltratos e infidelidades.

Estas experiencias fueron la base de sus canciones, que se convirtieron en himnos de desamor y denuncia.

Música con mensaje de resistencia

Temas como "Rata de dos patas", "Tres veces te engañé", "Cheque en blanco" y "Me saludas a la tuya" fueron su sello distintivo.

Aunque su música defendía a las mujeres víctimas de violencia, siempre rechazó ser etiquetada como feminista o empoderada.

“Empoderarse no tiene chiste. Lo único que debe hacer la mujer es quererse y enseñar cosas buenas”, afirmó en una entrevista.

El impacto en la lucha contra el machismo

Para Nancy Torres Castañeda, vocera de la colectiva Colmena Verde, aunque Paquita no se asumió feminista, su música sí denunció el machismo.

"No tenía una postura feminista como tal, pero evidenció la falta de responsabilidad afectiva en las relaciones", señaló. 

También destacó que rompió estereotipos en la música regional, un género históricamente dominado por hombres.

Símbolo de rebeldía y “reina de la misandria”

En 2022, la colectiva Frente Feminista Radical Puebla 2.0 la nombró “reina de la misandria”, término que alude a la aversión hacia los hombres.

Denunciaron que su primer esposo fue pedófilo y adúltero, pues se casó con ella cuando tenía 15 años y él 42. También resaltaron que en sus canciones hablaba sobre violencia de género, acoso y maternidad en solitario.

"Paquita y todas tenemos derecho a exclamar nuestra rabia y enojo contra los hombres por la violencia que nos someten", expresaron.

Más allá de etiquetas, Paquita la del Barrio dejó una huella en la música popular mexicana. Su voz desafió al machismo en un género dominado por hombres, convirtiéndola en un ícono de la resistencia femenina.