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Héctor, padre buscador, vive el infierno de su hijo y desaparece en Tihuatlán

  • Alba Alemán
Héctor Aparicio Martínez, padre buscador de Tihuatlán, desapareció de la misma forma que su hijo, un día de la nada y sin dejar rastro.

Xalapa, Ver.— Héctor Aparicio Martínez desapareció el pasado domingo 26 de enero en Tihuatlán de la misma forma que su hijo, José Alfredo Aparicio Delgado, lo hizo hace siete años: salió de casa y no volvió. Su celular fue apagado y con ello, su ubicación borrada.

La Comisión Estatal de Búsqueda de Veracruz (CEBV), quien exhorta a reportar las desapariciones de inmediato para activar los protocolos de búsqueda, emitió la ficha de Héctor dos días después de que sus familiares notificaron su ausencia. 

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Ese domingo, el padre buscador salió de su casa, en el norte de Veracruz, foco rojo por los hechos violentos del último año, para resolver pendientes. Esa fue la última vez que se supo algo del hombre de 47 años, cuyas señas particulares son un tatuaje en el brazo izquierdo y una cicatriz en el entrecejo.

Este 5 de febrero, cumplía ocho años desde que inició la búsqueda de su hijo Alfredo, quien desapareció en 2017. Durante siete años lo buscó por sus propios medios, y en septiembre de 2024 se unió al colectivo Unidos por Amor a Nuestros Desaparecidos, conformado por madres y padres de Héctor y su lucha.

Las fichas de búsqueda de Héctor y José Alfredo, padre e hijo, ahora son compartidas juntas a través de redes sociales por familiares y activistas de todo el país, quienes exigen a las autoridades dar con sus paraderos.

 

Desde el 5 de febrero de 2017, cuando José Alfredo desapareció, su padre inició su búsqueda con la esperanza de hallarlo con vida. Durante casi ocho años, ha buscado en lugares como penales, hospitales, fosas y predios, pero hasta ahora no ha encontrado indicios sobre su paradero. José Alfredo tenía 17 años cuando desapareció.

“Desde el momento de su desaparición no he sabido nada de mi hijo. Lo he buscado, ya denuncié y seguimos en la lucha, con pruebas de ADN, con la información que podemos recabar, apoyándonos en colectivos”.

“Y esperando que las autoridades hagan más por nosotros, los mexicanos que estamos pasando por esta situación y que tenemos personas no localizadas. No pueden desaparecer de la nada”, declaró Héctor Aparicio al Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia en octubre de 2021.

Sobre la desaparición de Héctor no existen muchos detalles. Sus familiares informaron que el domingo 26 de enero perdieron contacto con él y dejaron de tener acceso a la localización de su teléfono. Por ello, acudieron ante las autoridades para reportar su desaparición.

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Su caso es similar al de su hijo, José Alfredo, quien salió al centro de Tihuatlán y nunca más se supo de él.

¿Buscadores en riesgo?

La representante del colectivo, Olga Lidia Salazar, señaló que las autoridades suelen considerar que los peligros en la búsqueda de personas desaparecidas ocurren durante los primeros seis meses. Sin embargo, apuntó, la realidad es que quienes buscan a sus seres queridos están en riesgo en todo momento.

“Tenía siete años buscando a su hijo. A todos los colectivos nos tiene muy consternados porque las autoridades y dependencias dicen que estamos en peligro solo en los primeros meses de desaparición de los nuestros, cuando hoy vemos que no es así”, afirmó.

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De acuerdo con el Diagnóstico sobre seguridad para colectivos de familias de personas desaparecidas en México, realizado por la organización Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM), un total de 22 buscadores fueron asesinados entre febrero de 2011 y agosto de 2024.

De estos, cinco buscadores fueron desaparecidos antes de ser asesinados; tres personas más fueron desaparecidas, pero localizadas con vida, y una más sigue sin ser encontrada.

Las entidades con mayor número de casos fueron Guanajuato y Sonora. Entre las víctimas, 12 eran mujeres y 10 hombres. En Veracruz, el caso de Héctor es el primero de un activista buscador desaparecido, aunque otras activistas han sufrido otro tipo de violencias.

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El diagnóstico de MNDM también identificó 13 tipos de agresiones y violaciones a los derechos humanos que enfrentan los familiares de personas desaparecidas que integran colectivos de búsqueda. Entre ellas se encuentran agresiones físicas, amenazas, ataques al patrimonio, hostigamiento e intimidación, allanamiento, ataques armados, criminalización, homicidio y desaparición forzada.

Otras agresiones incluyen obtención ilegal de información, vigilancia, seguimientos, estigmatización, exposición de datos personales y agresiones digitales. También se han documentado ataques físicos como golpes, intentos de atropello, agresiones con armas punzocortantes, patadas y empujones.

En cuanto a los agresores identificados por los integrantes de los colectivos, se incluyen presuntos miembros del crimen organizado, autoridades de distintos niveles de gobierno, medios de comunicación, personas de su misma comunidad o desconocidos.

¿Qué han dicho las autoridades?

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Tras la desaparición de Héctor, varios colectivos de búsqueda en Veracruz y en el país se han pronunciado. Entre ellos, el Consejo Estatal Ciudadano recalcó que la desaparición de una persona que busca a sus seres queridos representa una violación a sus derechos humanos.

De acuerdo con el Consejo, la desaparición también envía un mensaje de impunidad y terror, vulnerando aún más a las familias y colectivos de búsqueda. Esto es especialmente grave en Veracruz, que concentra 6 mil 982 carpetas de investigación por desaparición.

“Nosotros, como colectivo y como sociedad, estamos haciendo todo lo humanamente posible para encontrar al compañero. Hemos estado con la familia, con la Comisión de Búsqueda, viendo qué acciones tomar para hallarlo, porque queremos que, si el día de mañana somos alguno de nosotros, también se hagan acciones de búsqueda”, afirmó la activista y compañera de colectivo Olga Lidia Salazar.

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El 31 de enero, cinco días después de la desaparición de Héctor, la encargada de despacho de la Comisión de Búsqueda de Veracruz, Lutgarda Madrigal Valdez, informó que ya se han reunido con sus familiares y que están aplicando los protocolos de búsqueda.

“También ya atendimos a su hermana y a su esposa la semana pasada, creo, ¿verdad? Y estuvimos platicando. Ya se hizo la difusión, también el personal de la comisión estuvo por el norte, en Tihuatlán, haciendo exactamente lo mismo: el rastreo, la difusión y todo lo demás”.

“Y ayer, hablando con Fiscalía, ellos estaban allá en el norte del estado. Seguimos esperando que aparezca el señor Aparicio”, explicó a los medios de comunicación.

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Los familiares y colectivos señalaron que desconocen si Héctor estaba bajo alguna amenaza, pero hicieron un llamado a las autoridades de Veracruz para que sea hallado y para evitar que su caso se repita con otros activistas o cualquier otra persona, calificándolo como un hecho revictimizante.

“Que nos ayuden, que nos den las facilidades. Nosotros lo hemos hecho por nuestros propios medios, pero si la gobernadora tiene a bien apoyarnos, que vea qué más se puede hacer. Ellos tienen toda la capacidad, todo el personal para hacer una buena búsqueda y poder encontrar al compañero pronto”, concluyó Salazar.