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Ulúa VS Saeta, ¿cuál es mejor y por qué?

  • Carlos Navarrete
La llegada de camiones híbridos a Veracruz pone en jaque a concesionarios de rutas como el Saeta.

Veracruz, Ver.- A menos de dos semanas de que el camión híbrido conocido como “Ulúa” comenzara a operar en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, este proyecto del Gobierno Estatal ha causado revuelo entre los pasajeros por su comodidad y costo accesible. 

Sin embargo, no todos están contentos con su llegada, ya que la línea de transporte “Saeta”, que opera en la misma ruta desde hace 30 años, ha expresado su inconformidad.

¿Moderno y accesible?

El “Ulúa”, fabricado por la empresa china Yutong, es un autobús híbrido diseñado para ofrecer un servicio cómodo y eficiente. La unidad cuenta con asientos ergonómicos, espacios reservados para mujeres embarazadas, personas con discapacidad y de la tercera edad, así como puertos USB para cargar dispositivos móviles.

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Por un costo de 15 pesos, el “Ulúa” recorre aproximadamente 20 kilómetros, conectando el fraccionamiento Privanzas, en la zona poniente del Puerto de Veracruz, con la plaza comercial Andamar, en Boca del Río.

Aunque solo hay una unidad en operación, el servicio, que funciona de lunes a sábado de 7:00 a 20:30 horas, ha sido muy bien recibido por los pasajeros.

“Están muy bien, esperemos que la ciudadanía los cuide. Es diferente, más cómodo y seguro, sobre todo para personas que a veces viajan enfermas y necesitan un traslado más tranquilo”, opinó Ana María Hernández Flores, una pasajera que probó el servicio por primera vez.

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“Vale mucho la pena por 15 pesos. Es cómodo, moderno y seguro. La verdad, espero que lleguen más unidades pronto”, expresó el usuario Juan Domínguez.

La controversia con la línea “Saeta”

La llegada del “Ulúa” no ha sido bien vista por la línea de transporte “Saeta”, que opera en la misma ruta desde hace tres décadas. Francisco Rojas, apoderado legal de la empresa, expresó su descontento con el hecho de que el autobús híbrido utilice su ruta habitual.

“Desde hace 30 años, Saeta tiene la concesión de una ruta que abarca desde la localidad de Tejería hasta San José Novillero. Reconocemos la buena voluntad del Gobierno del Estado para modernizar el transporte, pero creemos que no era necesario implementar un proyecto piloto en un tramo que ya atendemos”, señaló.

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Rojas también destacó que los camiones de Saeta pasan cada tres minutos, en comparación con el “Ulúa”, que tiene un intervalo de espera de hasta dos horas debido a que solo hay una unidad en circulación.

“Nosotros tenemos alrededor de 80 unidades, con un servicio constante y tarifas que van de 9 a 15 pesos, dependiendo de si el camión es climatizado. No nos oponemos a la modernización, pero creemos que es importante hacer un estudio para determinar en qué rutas realmente se necesita el ‘Ulúa’”, agregó.

Propuestas para una solución equitativa

El representante de Saeta sugirió que el “Ulúa” podría implementarse en rutas menos atendidas, como Lagos de Puente Moreno en Medellín, la ruta 85, o incluso la Matacocuite-Centro y Valle Alto-Centro. Esto evitaría la saturación de rutas existentes y permitiría distribuir los beneficios del transporte moderno en otras zonas de la conurbación.

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Además, mencionó que Saeta está abierta a la posibilidad de modernizar su flota si se le otorgan las mismas facilidades que al operador del “Ulúa”.

“Si se nos incluyen y se nos brindan los apoyos necesarios, analizaríamos nuestra situación financiera para considerar unirnos al proyecto del Gobierno Estatal. Estamos a favor de mejorar el transporte público en Veracruz”, afirmó.

Proyecto prometedor 

A pesar de la controversia, el “Ulúa” ha demostrado ser una alternativa atractiva para los pasajeros, quienes valoran la comodidad, el diseño y los servicios adicionales como los puertos USB. El Gobierno del Estado ha prometido que más unidades llegarán a la zona conurbada, lo que podría marcar un cambio significativo en el transporte público de Veracruz-Boca del Río.

Por ahora, la pregunta sigue siendo si el proyecto podrá ampliarse sin generar conflictos con los concesionarios actuales y cómo se distribuirán las nuevas rutas para garantizar un “piso parejo” entre las diferentes empresas de transporte.