Coatzacoalcos, Ver.- Familiares de pacientes internados en el Hospital Regional IMSS-Bienestar “Dr. Valentín Gómez Farías”, ubicado en Coatzacoalcos, en el sur de Veracruz, improvisaron refugios debido a la falta de una sala de espera en el hospital, situación que persiste desde hace varios meses. 

Estas estructuras, hechas con lonas, bolsas, cartón, colchas, palos y cuerdas, sirven como un refugio temporal para aquellas personas que pasan semanas, incluso meses, esperando informes sobre la salud de sus familiares hospitalizados.

Carlos Alberto, quien tiene un familiar hospitalizado, comentó que las casitas improvisadas son de gran ayuda pese a las condiciones son precarias.

“La verdad sí ayudan porque mucha gente está en el sol, en la lluvia, y entre todos se cooperan para hacer estas casitas. Duermen en el piso y es algo muy incómodo para días o semanas que están aquí”, señaló.

Las estructuras, que se ubican sobre el camellón de la avenida Benito Juárez, frente al hospital, se comparten entre las familias, muchas de las cuales provienen de otros municipios de la región y necesitan permanecer cerca para recibir noticias o indicaciones. 

“Otros ya trajeron muebles para quedarse aquí porque hay gente que ya tiene hasta un mes, dos meses de estar aquí”, dijo Brenda, otra de las personas que se encuentra en este lugar.

Además de la incertidumbre sobre la salud de sus pacientes, los familiares enfrentan las difíciles condiciones climáticas, que incluyen el calor intenso durante el día y el frío por la noche. 

En las dos últimas semanas, cuatro frentes fríos azotaron al municipio, por lo que dejaron más vulnerables a quienes esperan afuera del hospital. 

“Aquí nos la pasamos día y noche, afuera hace frío y en la noche está más fresco y mi hija, como apenas se alivió, no puede andar en frío”, explicó Elvia, quien también tiene a un familiar hospitalizado.

Aunque estas casitas improvisadas carecen de las condiciones mínimas de seguridad y comodidad, los familiares señalaron que representan un alivio momentáneo que les permite resguardarse del sol, la lluvia y el viento mientras les toca estar en espera.