Córdoba, Ver. - Luego de sortear el tramo afectado por el derrumbe a la altura de las Cumbres de Maltrata, pero sobre todo el peligro de ser arrollados por algún tráiler o tracto camión, un grupo de peregrinos procedentes del municipio de Tumbalá, Chiapas, hizo escala en el pueblo mágico de Córdoba, Veracruz donde tomaron un leve descanso en el parque 21 de mayo.

Allí, a unos metros de la catedral de la Inmaculada Concepción, compartieron para e-consulta Veracruz que su fe y devoción por la Virgen María, les motiva a peregrinar hacia la Basílica de Guadalupe en la CDMX, a pesar de los riesgos en la carretera, así lo señaló el coordinador del grupo "Seguidores de Lupita", Elías de Jesús Artasánchez.

"Somos 10, ya llevamos diez carreras. Es un poco  difícil porque es peligroso, pasan tráileres y a veces vienen muy pegados. Nosotros les pedimos respeto, pues en casa nuestras familias y vecinos nos esperan con el fuego guadalupano", expresó.

Al igual que miles de peregrinos, el grupo de chiapanecos sufren cansancio, hambre; los estragos en sus pies y calzado son evidente por correr durante kilómetros en la ruta trazada con el firme propósito de llegar al santuario de la Virgen del Tepeyac y luego retornar a casa, de la misma forma.

Alfredo Gómez Álvaro es una prueba de ello, tiene 27 años y es la tercera vez que se suma al grupo previa cooperación para solventar los gastos, como las prendas de manta que viste con un estampado de la figura de la Morenita desde el pecho hasta el abdomen y otras imágenes colocadas en la camioneta que ocupan con una manta que los identifica como peregrinos. 

"Se siente algo bonito cuando se conecta tu alma con la virgencita, es una experiencia única. Nosotros fuimos a visitar a Cristo Rey en Silao Guanajuato, bajamos a Ciudad de México y comenzamos la caminata y corriendo de las 11 de la noche, a las 11 de la mañana. Toda la noche hemos ido corriendo", expresó. 

Piden paz a María

Los peregrinos chiapanecos coincidieron en que su principal petición frente al altar de la santísíma Virgen, en la Basílica, fue por la paz entre sus familias y en el mundo entero, ante las distintas situaciones de violencia e incidencia delictiva.

"Muchos vinimos por un motivo, una manda, una encomienda, por un propósito que tenemos, puede ser de salud, pero también pedimos que haya paz en la familia y en el mundo. Yo también voy buscando el perdón pues he cometido varios errores, por eso llegué a la Basílica para pedir perdón a la Virgen", manifestó Alfredo.

En su retorno, también resultaron afectados por el derrumbe en el que las autoridades continúan trabajando en el tramo carretero Acatzingo-Ciudad Mendoza, de la autopista Puebla-Orizaba como refirió el coordinador pues tuvieron que usar una ruta alterna que prolongó su viaje y un mayor esfuerzo físico.

"Salimos de Chiapas el 27 de noviembre, llegamos a Silao Guanajuato y de ahí a la Basílica de Guadalupe y luego a Acatzingo hasta llegar a Córdoba, pero por el derrumbe le dimos vuelta hasta Xalapa, Veracruz para salir directamente por Arco Norte", refirió Elías.

Ahora la meta es llegar el próximo 12 de diciembre a su lugar de origen para entregar en su iglesia de Tumbalá,
 el fuego guadalupano y la bendición divina para su familia y para todo el pueblo, en tanto se cumple otro año más para peregrinar por la paz.