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A tres meses del derrame, Ojital Viejo sigue contaminado
Papantla, Ver.-Ya pasaron tres meses del derrame de hidrocarburo y la contaminación continúa en la localidad de Ojital Viejo, municipio de Papantla, al norte del estado de Veracruz. Los residuos están impregnados en la tierra, las plantas, incluso el agua aún contiene los “espejos” de petróleo, lo que deja en evidencia el daño ecológico en la comunidad, reportaron los pobladores totonacos.
Señalaron que la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex), actúa de manera lenta para la remediación, pues las afectaciones son en parcelas, cultivos, potreros y sus únicos cuatro pozos artesianos que abastecían del líquido a los habitantes.
El llamado "Oro Negro" mató a los peces, las tortugas y otras especies acuáticas que subsistían en el afluente, además de causar mortandad en animales de corral y de algunos perros.
"Pero no sólo afectó a nuestras tierras y agua, también nos enfermó de la piel" - exclamó el señor Félix Cabrera Hernández, uno de los afectados por la contaminación ambiental y haber enfermado en la piel.
La fuga de petróleo ocurrió el 19 de agosto de este 2024, cuando el hidrocarburo escurrió a lo ancho del arroyo en alrededor 15 metros y un espesor de hasta 7 centímetros, contaron en el recorrido que realizaron en la zona dañada.
La mancha viscosa se extendió hacia las localidades como Ejido El Chote, La Laguna y hasta Corralillos, que ya pertenecen al municipio de Coatzintla, también de la zona norte de la entidad.
"Pero esa desgracia no habría pasado si los encargados de Pemex hubieran atendido esa fuga que comenzó en agosto, cuando reventó una de sus líneas, como a un kilómetro de aquí. Ese día, el hidrocarburo no llegó a nuestras casas porque se almacenó en una presa, pero la noche del 15 de septiembre cuando cayó la tormenta, la corriente se lo trajo y llegó a nuestras casas”, narran las familias.
Siguen sufriendo por la contaminación, pues la empresa Pemex no ha cumplido como debe ser, recriminó la señora Fabiola Cabrera Hernández una de las pobladoras quien acusó que Petróleos Mexicanos contrató a una compañía, pero sólo para que retirara el crudo en algunos tramos de la zona, mientras en la comunidad, hay casas y pozos contaminados.
A más de tres meses de la fuga, los lugareños tienen que soportar los intensos olores a petróleo. En tanto, la espesa capa negra mantiene cubierta los troncos y las hojas de los árboles de naranjas, los plátanos, nopales y otras plantas frutales.