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Tenemos que llegar antes que Trump sea presidente: Migrantes
Coatzacoalcos,Ver.- Una nueva preocupación enfrentan migrantes al sur de Veracruz: la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, pues su política antimigrante es otro de los peligros que enfrentarán en su búsqueda de una mejor calidad de vida en el país del norte; ante esto apuran el paso y esperan cruzar antes de que tome posesión el próximo 20 de enero. Solo les quedan 58 días.
“Ahorita en este momento empieza la prisa y la gente comienza a venirse y a querer llegar por eso, saben que Donald Trump ha ganado la presidencia, antes de que él sea el presidente tenemos que estar todos en la frontera o buscar la mejor manera de poder pasar, porque si no va a ser peor para todos”, expresó Nilson un migrante venezolano.
Para ellos, la cuenta regresiva ya ha comenzado. Muchos están dispuestos a correr mayores riesgos con tal de alcanzar su objetivo antes del cambio de gobierno.
El endurecimiento de las políticas migratorias es el mayor temor entre quienes intentan cruzar. Trump ha prometido reforzar la frontera y tomar medidas más estrictas contra la migración irregular.
“Cerrará y reforzará la frontera, poniéndonos todo más difícil, ya lo conocemos, ese presidente es así, lo mejor para nosotros es apresurarnos y llegar antes del 20 de enero que tome la presidencia”, expresó por su parte Brian, otro migrante venezolano.
Flujo migratorio al alza en Veracruz
La Casa del Migrante de la Diócesis de Coatzacoalcos, en el sur de Veracruz, reporta un aumento significativo en el flujo de migrantes desde noviembre. En comparación con octubre, la cifra de personas atendidas casi se ha duplicado.
Sin embargo, la prisa por avanzar ha llevado a los migrantes a descartar la opción de pernoctar en albergues. Muchos optan por abordar el tren directamente, un acto que los expone a graves riesgos.
Silena, una migrante colombiana, narra los peligros que enfrentan al intentar abordar a la “bestia”.
“Entre más gente es más peligroso y de hecho a veces la gente no tiene cuidado para subirse al tren y se empujan entre ellos; hay niños, hay mamás que nunca se han subido, y se empujan, se caen o a veces otros hasta se mueren, pero es porque se siente la presión, se siente mucha la presión”, expuso.
La desesperación y la falta de experiencia en estas situaciones hacen que las tragedias sean inevitables en muchos casos, pero la mayoría está dispuesto a arriesgarse para avanzar.
Una ola migratoria en camino
Los propios migrantes anticipan un incremento en los flujos migratorios hacia Estados Unidos en las próximas semanas. Se reportan caravanas y grupos que han comenzado a explorar nuevas rutas en el sureste mexicano.
“Es mucho migrante lo que va a estar pasando ahorita”, advirtió Brian.
A pesar de los riesgos, aseguran que avanzar ahora es su única opción, pues consideran que con el cambio de gobierno en Estados Unidos será prácticamente imposible cruzar la frontera.
Crisis humanitaria en puerta
Con miles de personas en movimiento y un panorama incierto, la situación se perfila como una crisis humanitaria. La prisa por llegar antes de la toma de posesión de Trump ha intensificado los peligros del viaje, dejando a los migrantes en una posición cada vez más vulnerable, así lo afirman activistas.
Mientras tanto, las organizaciones y los albergues enfrentan el desafío de atender este flujo creciente y las complejas problemáticas asociadas al fenómeno migratorio.
El equipo de Médicos Sin Fronteras anunció que está reforzando la asistencia móvil tras el aumento de las caravanas en el sur de Veracruz. Ante esta situación, hizo un llamado a las autoridades a proporcionar vías seguras de migración y reforzar los servicios básicos disponibles para las personas en movimiento.
Los equipos de MSF realizaron 855 consultas médicas tras asistir en la llegada de ocho caravanas compuestas por unas 5 mil personas entre el 24 septiembre y el 8 de noviembre. En los próximos días las autoridades esperan la formación de nuevas caravanas masivas y su tránsito por diferentes puntos del sur de México.
“La violencia a la que están expuestos jóvenes, niños, niñas, mujeres y hombres de todas las edades a su paso por México, incluidos secuestros, extorsiones o violencia sexual, les obliga a desplazarse en caravanas como mecanismo de protección.
“Las caravanas cada vez son más multitudinarias. Si en septiembre y octubre estaban integradas por unos pocos centenares, ahora van miles de personas”, informó Ricardo Santiago, coordinador de proyectos de MSF en el sur de México.