Córdoba, Veracruz.- Más de 500 integrantes de la Coordinadora Nacional de Artesanos y Comerciantes Zepaniah Titlatozke se manifestaron en protesta afuera del Hospital General de Córdoba y bloquearon el bulevar Córdoba-Peñuela para exigir la destitución del director, doctor Roberto Carlos García, a quien acusan de negligente, prepotente y de discriminar a pacientes, sobre todo a indígenas, brindándoles una mala atención.

"Nuestras familias han sido maltratadas y rechazadas por este director que no recibe a pacientes indígenas; no es la primera vez que sucede, ya son muchas. Incluso hemos puesto quejas ante la Secretaría de Salud, pero no nos hacen caso. Por eso exigimos la destitución de este director prepotente", afirmaron.

Apoyados con megáfono y mantas, los inconformes lanzaron consignas y acusaciones contra el director, afirmando que atiende de manera prepotente y que sus familiares, que han acudido por diversas enfermedades, reciben atención inadecuada. Aseguraron que no es la primera vez que se pronuncian en contra del médico, pero sus reclamos no han sido escuchados por los Servicios de Salud de Veracruz.

“Por la prepotencia que tiene el director, no han dado las atenciones adecuadas en este hospital. A toda la ciudadanía en general, pedimos que mantengamos la calma, ya que como asociación civil siempre nos hemos manifestado pacíficamente. Hoy estamos aquí por las malas atenciones a nuestra gente y a los municipios aledaños. Por ello, alzamos nuestra voz y pedimos la destitución del director de este hospital”, enfatizó uno de los portavoces.

Los inconformes, provenientes de municipios como Zongolica y Soledad Atzompa, mantuvieron el bloqueo por varias horas como medida de presión, y ahora se espera que la Secretaría de Salud emita su versión sobre las quejas. Estas se suman a otras del personal médico que en repetidas ocasiones han acusado al director de acoso laboral, amenazas y hostigamiento.

Aunque no se sabe si llegaron a algún acuerdo con las autoridades de salud, alrededor de las cinco de la tarde, los cientos de personas adheridas a la agrupación que participaron en la movilización pacífica comenzaron a retirarse a sus lugares de origen.

Al lugar llegaron en diversas camionetas, por lo que se movilizaron policías municipales y estatales para resguardar la protesta, quienes tuvieron que desviar el tráfico. Sin embargo, algunos usuarios del propio hospital, del asilo Huehuetlán y de comercios cercanos quedaron atrapados, pues no se permitía ni el ingreso ni la salida de vehículos.