• Municipios

Plagas incontrolables devastan región centro-norte de Veracruz

  • Francisco de Luna
Gusanos verdes y barredoras, plagas que se han vuelto incontrolables en zona centro-norte de Veracruz

Xalapa, Ver. - Las plagas de gusanos verdes y barrenadores se expandieron de manera acelerada en los ranchos de municipios del norte del estado de Veracruz. Bastaron menos de tres semanas para que estas especies causaran daños en árboles frutales y maderables, así como en las milpas, tanto en la región huasteca como en la totonaca.

Ya causaron pérdidas en jobos (una especie de ciruela) y devastaron maizales, naranjos, duraznos, almendros, y también platanares, en municipios como Tihuatlán, Álamo Temapache, Papantla, Coatzintla, Poza Rica, San Rafael y Coxquihui, en la región centro-sur de la entidad.

De un día a otro, los campesinos notaron que sus plantas tenían una especie de larva; luego, estas comenzaron a tornarse de color verde, hasta convertirse en gusanos. El reporte también comenzó a replicarse en otras localidades, lo que encendió las alertas de los productores.

Los afectados describieron que el gusano es similar a una oruga, con pelusa que, al tocarla, causa dolor, irritación, sarpullido y enrojecimiento de la piel. Esta se resguarda principalmente bajo las hojas y, en algunas ocasiones, en el tronco.

Fue tan repentino que a todos los tomó desprevenidos y poco pudieron hacer, pues al realizar las revisiones, estos bichos ya se habían expandido entre los sembradíos, contó Nicolás Ordaz, subagente municipal de la localidad de La Isla, en Tihuatlán, municipio conurbado con la ciudad de Poza Rica.

Daños a la producción

Productores coinciden que en los últimos tres años hubo presencia del gusano verde en siembras de pipián, pero fue fácilmente controlado; sin embargo, en esta ocasión ha plagado más árboles y cultivos.

En el intento por detener la propagación, algunos propietarios se vieron en la necesidad de hacer desramas, pero otros prefirieron realizar el corte total del árbol, al notar que la afectación era demasiada.

La plaga causó preocupación entre agricultores y autoridades sanitarias, sobre todo por los daños generados en los cultivos. Sin embargo, hasta ahora, las autoridades ecológicas y sanitarias no han hecho pronunciamientos oficiales al respecto ni informado si apoyarán a los afectados.

A finales de octubre de 2024 se percataron de la proliferación de los gusanos similares a las orugas, pero la emergencia aumentó en los primeros seis días de noviembre, ya que las hojas y ramas comenzaban a mostrar evidencias de haber sido devoradas.

Los campesinos explicaron que los gusanos tienen partes bucales que muerden, mastican y pueden devorar grandes cantidades de tejido vegetal, causando daños a los árboles y cultivos, además de representar un riesgo para la salud.

Debido a que esto es nuevo y tiene pocas semanas de propagación, los campesinos desconocen la magnitud de los daños, ya que las autoridades sanitarias no contaban con reportes previos; por esta razón, hasta el momento el grado de afectaciones es incuantificable.

Sergio Ruiz Valencia, productor de cítricos en la región de Tihuatlán, comentó que es necesaria la intervención de las áreas de sanidad vegetal de Veracruz para conocer la magnitud de la afectación y aplicar estrategias para contrarrestar la plaga.

El maíz en Coxquihui

No solo el gusano verde causó estragos en localidades de la huasteca veracruzana; también el barrenador de maíz ha sido un problema para el cultivo desde principios de septiembre de 2024.

La destrucción fue tan severa que la cosecha se perdió casi en su totalidad. Los campesinos calculan que al menos el 90 por ciento son pérdidas, ya que los gusanos arrasaron con todo.

Uno de los casos ocurrió en la comunidad de Adolfo Ruiz Cortines, en el municipio de Coxquihui, ubicado a 50 kilómetros (90 minutos) de la zona arqueológica El Tajín, en la ciudad de Papantla.

“No quedó nada, solo tronquitos de la milpa”, relató Francisco, uno de los productores, quien además explicó que la siembra se hizo en junio y la cosecha de elotes se esperaba para la primera quincena de septiembre.

Los gusanos perforaron las hojas y el fruto, y lo que comenzaba a reverdecer fue devorado por estos bichos, lamentaron los lugareños de esta región del Totonacapan.

Ahora, estiman que habrá desabasto de maíz y también de las hojas de totomoxtle, que se utilizan principalmente para la envoltura en la elaboración de tamales.

Alerta en la zona de cítricos

El agrónomo y productor citrícola de Tihuatlán, Sergio Ruiz Valencia, explicó que los gusanos verdes ya habían aparecido en siembras de pipián en el pasado y fueron fácilmente controlados. Sin embargo, en esta ocasión la invasión en árboles ha sido excesiva.

“Desde que tengo uso de razón, no habíamos visto una plaga tan explosiva. Los gusanos tienen una vida muy corta y, al tener un aparato masticador, comen rápido. En ocho días se convertirán en mariposas”, explicó.

Actualmente, la plaga ha afectado árboles de jobo, durazno y almendro, aunque hasta ahora no había llegado a los cítricos. Sin embargo, Sergio Ruiz recibió la notificación de algunos compañeros de que comenzaron o a aparecer en algunas plantas.

 

Una vida de una plaga

Ruiz Valencia explicó que es posible que la infestación termine en aproximadamente una semana, ya que los gusanos completarán su ciclo de vida: huevo, oruga, pupa o crisálida y finalmente mariposa.

“Creo que en ocho días se convertirán en pupa y, tras 72 horas, en mariposa y se irán”, dijo durante una entrevista para e-consulta Veracruz.

Los campesinos creen que la invasión podría haber surgido de la migración de mariposas que, al pasar por la región norte de Veracruz, dejaron sus huevecillos en la vegetación. Días después, estos se convirtieron en larvas que comenzaron a alimentarse de las hojas, lo que sorprendió y preocupó a los productores.

Recomendaciones para el cuidado

Ante la preocupación, agrónomos sugieren medidas para contrarrestar la infestación y evitar mayores daños en los cultivos.
En la comunidad de Adolfo Ruiz Cortines en Coxquihui, además de pesticidas comerciales, se recomiendan insecticidas naturales, como el ajo, que actúa como repelente para pulgones, cochinillas, ácaros, mosca blanca y hongos.

El agrónomo y citricultor Sergio Ruiz Valencia recomendó a los productores usar una bomba de motor de al menos cuatro pistones para controlar la plaga. “Dicen que han estado aplicando productos fosforados, que son eficaces, pero también recomiendo usar permetrina en dosis de 20 centímetros por bomba de 20 litros”.

Mientras tanto, en municipios como Tihuatlán, Álamo Temapache, Papantla, Coatzintla, Poza Rica, San Rafael y Coxquihui, los productores se mantienen en incertidumbre sobre el futuro de sus cosechas de maíz, frijol y cítricos, y la magnitud de las afectaciones.