Xalapa, Ver.- La presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra, usó como ejemplo el río Papaloapan para señalar lo que sucede cuando se ignoran las recomendaciones en materia ambiental. 

En meses pasados, la CNDH emitió la recomendación 125/2024 dirigida a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) por los vertidos de aguas residuales sin tratamiento en el río Papaloapan, situación que afecta el derecho a un ambiente sano y al acceso al saneamiento del agua para las personas residentes y visitantes de la región. 

Ante esto, Piedra Ibarra lamentó que algunos estados no acepten las recomendaciones o en su defecto las acepten, pero no las cumplen.

“Por contaminación de ríos hemos emitido recomendaciones tanto a la Conagua, algunas han sido parcialmente cumplidas, otras se han rechazado. Son, en el caso de los Derechos Ambientales, pero muchas de ellas han sido aceptadas por las actuales autoridades”, manifestó Piedra Ibarra. 

En su recomendación 125/2024, la CNDH extendió el llamado a la Comisión de Agua del Estado de Veracruz (CAEV) y al Ayuntamiento de Tlacotalpan, instándoles a realizar estudios para evaluar la calidad del agua y establecer un programa de monitoreo de la contaminación en el río.

Adicionalmente, la CNDH solicitó a esras autoridades desarrollar un Programa Integral de Saneamiento para el río Papaloapan. 

Este plan contempla la identificación de todos los puntos de descarga de aguas residuales en el río, así como la revisión de los Títulos de Concesión Vigentes asociados a dichas descargas. También incluye la gestión de fondos para mejorar los sistemas de alcantarillado y saneamiento durante los ejercicios fiscales de 2024 a 2026.

Como parte de las acciones recomendadas, la CNDH propuso impartir un curso integral sobre derechos humanos, enfocado en los derechos vulnerados en este contexto, destinado al personal involucrado en las actividades de saneamiento y supervisión del río.

Por último, la presidenta subrayó que, para asegurar que estas recomendaciones sean obedecidas, es necesario un cambio en la Ley que dé mayor peso a las resoluciones de la CNDH, permitiendo un cumplimiento efectivo.