Xalapa, Ver.- El cementerio “5 de febrero”, ubicado en el centro de la ciudad de Xalapa, Veracruz es un sitio histórico porque ahí están los restos de algunos veracruzanos que marcaron parte de la historia en la entidad.

El camposanto está ubicado entre las calles 20 de noviembre, 5 de febrero y Poeta Jesús Díaz. En este terreno hay un promedio de mil 500 tumbas y muchas fechadas desde los años de 1800.

Aquí, el paso del tiempo ha borrado placas, otras están rotas, así como las cruces, las imágenes religiosas, algunas completas y otras decapitadas, pues este camposanto tiene más de 200 años. 

Aquí se resguardan las últimas moradas de gobernantes, clérigos, generales, artistas, educadores y grandes personajes que sirvieron a Veracruz, sepulcros que datan desde 1848 hasta el siglo XXI.

Personas históricos

Aquí alberga las tumbas de personajes como Antonio María de Rivera; el profesor, Enrique C. Rébsamen; aquí estuvieron los restos del santo, Rafael Guízar y Valencia, el exgobernador de Veracruz, Juan de la Luz Enríquez y Manuel Maples Arce.

En el recorrido se puede visitar las criptas del fundador de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana (BENV), Enrique C. Rébsamen; del exgobernador, Sebastián Camacho y del fundador del Colegio Preparatorio de Xalapa, Antonio María de Rivera.

Pero también se pueden observar importantes empresarios veracruzanos como don Justo Félix Fernández López, considerado como uno de los benefactores más importantes para la entidad y los municipios de la región capital.

Son nombres que aún se pueden leer en las desgastadas placas que colocaran anteriores autoridades municipales.

Cementerio, un monumento histórico

Este sitio fue declarado monumento histórico en 1986 por Decreto presidencial de Miguel de la Madrid Hurtado y desde entonces, el antiguo panteón tiene otra categoría debido a la riqueza en la arquitectura de sus tumbas que lo hace un lugar único en la ciudad.

En el pasillo rumbo a la avenida 20 de noviembre, otro letrero explica que hay elementos arquitectónicos de la época del Porfiriato y la Revolución. Se mezclan los estilos barroco popular, neogótico, neoclásico tardío art noveau y art deco.

Algunas familias aún acuden a visitar a sus difuntos, pues les dejan flores, veladoras y hasta comida, como en el caso del sepulcro donde están los restos de la familia Fernández, en este sitio histórico.