Acayucan, Ver.- La falta de agua potable en Acayucan se ha convertido en un problema crítico para cientos de familias que a pesar de vivir en la llave del sureste, enfrentan la realidad de tener agua en sus hogares solo unas horas a la semana.

Cuando tienen suerte, colonias como Tamarindo y Emiliano Zapata, el agua llega los domingos, los vecinos están desesperados y no entienden por qué deben soportar esta situación tan difícil. 

El problema no solo radica en la escasez del líquido, sino también en el costo adicional que esto implica, pues las familias se ven obligadas a comprar agua para cubrir sus necesidades básicas, a pesar de esto, llegan puntualmente los recibos de agua con las tarifas habituales.

“Empezamos pagando la cantidad de 42 pesos y ha ido subiendo y estamos pagando 108 pesos por recibo mensual y el agua no llega, y  pues compramos el agua, hay gente que anda en bidones, en pipas y así, no es nuestro”, expresa Teresa Garduza, vecina de la colonia Emiliano Zapata.

Ante esta situación, los habitantes han decidido hacer un llamado urgente a la alcaldesa Rosalba Rodríguez Rodríguez para solicitarle su intervención y se resuelva el problema. Aseguran que la Comisión del Agua del Estado de Veracruz (CAEV) quien debe proveer del servicio, brilla por su ausencia y no se preocupa por resolver este problema. 

El clamor de los vecinos es claro: necesitan una solución inmediata, aseguran que las autoridades no puede ignorar más este problema, porque aseguran que es inhumano no tener agua potable.

“Ósea yo he visto a mis vecinos acarrear agua que no chinguen, que nos manden agua, nos tienen muy castigados sin agua, la verdad, no tenemos agua a veces para bañarnos, para lo más básico lavar los trastes, no tenemos agua. Señora Paloma le pido por favor gestione , usted vive en Acayucan, usted no sé cómo le hace con el agua, pero Acayucan está sin agua, no solo es el barrio Tamarindo, no solo es el barrio Zapotal es casi todo Acayucan”, dijo Marina Prieto, vecina  de la colonia Tamarindo. 

Los residentes de Acayucan esperan una respuesta pronta y efectiva que garantice el acceso al agua potable, un derecho básico que asegura no debería estar en discusión.