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Balzapote, saqueado para Tren Maya y en lista de playas sucias

  • Ángel Cortés Romero
Balzapote es un ejido ubicado en San Andrés Tuxtla, saqueado por su riqueza en piedra basáltica y sometido a un rezago histórico.

San Andrés Tuxtla, Ver.- A 47 kilómetros de la cabecera municipal de San Andrés Tuxtla, se ubica Balzapote, una comunidad de 400 habitantes que viven rodeados de un paisaje montañoso, números árboles y una playa fichada por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

La de Balzapote es una de las 18 playas del país que se encuentran en la lista negra de la Cofepris debido a que rebasa el límite de bacterias enterococos. En un lenguaje sencillo, las autoridades dicen que la playa del ejido de “Va al Zapote” está sucia. 

A la lista se suman, al menos en Veracruz, las playas de Antón Lizardo, en Alvarado; Santa Ana, Tumbao, Mocambo, Gaviota, Pelícano, La Bamba y Regatas, en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río; y Playa hermosa, en San Andrés Tuxtla. 

En la última década, el ejido de Balzapote – popular por la belleza de su paisaje y de su playa – cobró relevancia en la vida veracruzana y nacional debido a la roca basáltica de sus cerros, atractiva e imprescindible para la ejecución del megaproyecto

La ampliación del puerto de Veracruz en 2014, durante el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto, fue el primero de esos megaproyectos, pero un grupo de ambientalistas, “La Roca No Se Toca”, frenó las intenciones del gobierno federal para saquear la piedra. 

Casi ocho años después, en 2022, el presidente Andrés Manuel López Obrador y su gobierno revivieron un permiso de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para extraer roca basáltica que sirvió para la construcción de las vías férreas del Tren Maya. 

Tocaron la roca

La Semarnat autorizó a principios de 2022 un permiso para que constructoras ingresaran a tierras ejidales para extraer roca basáltica y trasladarla a la península de Yucatán, en donde todavía se ejecutaba el megaproyecto del Tren Maya.

El actual procurador del Medio Ambiente del Gobierno del Estado de Veracruz, Sergio Rodríguez Cortés, confirmó en aquel momento que el material pétreo serviría para la construcción de los rieles por donde pasaría el tren. 

La extracción de la roca basáltica de Balzapote fue autorizada en abril de 2021, cuando la Semarnat solo revivió el permiso con el que la Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona) de Veracruz, antes Apiver, ampliaría su puerto, pero fue hasta 2022 cuando las maquinarias ingresaron al ejido. 

A dos años del inicio del saqueo, habitantes de San Andrés Tuxtla y turistas que arriban a Balzapote miran con disgusto el paisaje con cerros desgajados y la playa contaminada. 

 

Olvido histórico

- ¿A dónde va ese?
- Va al zapote.

Los campesinos descansaban bajo un árbol grande de zapote tras largas horas de trabajo. La pregunta se repitió que tanto que el lugar fue bautizado con su actual nombre: Balzapote, una comunidad que se formó de familias de diversos pueblos de Veracruz.

De acuerdo con “La Historia de Balzapote”, de Alondra Velasco Morón y Alicia Castillo, editado por IIES UNAM, al ejido se pobló de Chiconquiaco, Martínez de la Torre, Alto Lucero, Ohuilapan, Ángel R. Cabada, Soyapa, Coacoatzintla, Catemaco, San Andrés Tuxtla, Xalapa y hasta de ciudades de Puebla y Michoacán.

Las primeras familias llegaron a Balzapote en busca de un lugar donde vivir y sembrar. Los campesinos encontraron el balance perfecto en sus tierras despobladas, pero el olvido de entonces permanece hasta la actualidad. 

El gobierno del exalcalde de San Andrés Tuxtla, Octavio Pérez Garay, quien gobernó de 2018 a 2021, mejoró las condiciones de la carretera en toda la zona costera del municipio, pero tanto Balzapote como varias de las comunidades sanandresinas continúan con nula o poca señal telefónica y sin servicio de Internet, a menos que sea satelital, sin embargo, falla más de lo que funciona.

Ahí cuatro cada de 10 habitantes carecen de cobertura médica y el máximo grado de estudios para el cincuenta por ciento de la población es sexto de primaria. De computadoras ni hablar, pues solo cuatro de sus 117 familias cuentan con una.

El olvido histórico recrudece: la aparición de Balzapote en la lista negra de Cofepris podría ser una estocada para la actividad turística. La playa está sucia o eso dicen las autoridades.