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Granjas Carroll nos mata: Totalco, 3 años sobreviviendo a la sequía

  • Iraís García
Los campesinos culpan a la empresa por alterar el ciclo de lluvias y causar la sequía en la zona

Perote, Ver.- Los bloqueos que mantienen los pobladores de la localidad de Totalco, en Perote, Veracruz, van más allá de la solicitud de justicia para Alberto y Jorge Cortina, asesinados presuntamente a tiros por policías estatales. Es la resistencia de una larga lucha por la defensa del agua de la zona.

En los campos donde hasta hace poco más de tres años había milpas y otros cultivos, ahora no se ve más que arena y una que otra vegetación. En comparación, los terrenos de los terratenientes rebosan de cultivos y hortalizas, pero ellos cuentan con sofisticados sistemas de riego y pozos.

El dirigente del Movimiento en Defensa del Agua de la Cuenca Libres-Oriental, Renato Romero esperaba el inicio de las lluvias en febrero o marzo de 2024, pero la sequía se extendió. 

“Ya no hay tiempo de sembrar, se perdieron el año y las cosechas”, afirma.

Para una de las mujeres que se mantiene en la guardia durante el bloqueo de la carretera Perote-Puebla, las empresas establecidas en la zona están matando a los campesinos y pobladores pues modifican totalmente el ciclo de las lluvias.

Granjas Carroll, olor a podredumbre

De acuerdo con los manifestantes, Granjas Carroll es la responsable de la sequía en Totalco y sus alrededores. La empresa, ubicada a escasos metros del sitio del bloqueo, presuntamente utiliza cañones antigranizo para disipar las nubes e impedir la lluvia; lo mismo los terratenientes para evitar daños a sus cultivos. 

“Nosotros tenemos evidencias de cómo hacen los bombardeos. Aquí todo está seco, pero claro, los terratenientes sí tienen agua, sí tienen sus sistemas de riego, sus brócolis bien bonitos”, dice la mujer.

La mujer y al menos cinco pobladores más con los que e-consulta Veracruz habló por separado coinciden en los mismos datos. En la zona ya pasaron más de tres años sin llover y no pueden sembrar debido a la sequía, de la que culpan a Granjas Carroll.

Antes sembraban cebada, frijol, trigo, haba, maíz, incluso avena, ahora no pueden sembrar nada, pues los campos están áridos y la lluvia no llega. Apenas hace un par de días aparecieron las primeras lluvias, lloviznas insuficientes para ayudar a un cultivo. Además, los mantos freáticos están contaminados.

Tanto el líder del movimiento como otros pobladores señalan que las fosas de las Granjas Carroll, están sobrepasadas y no cumplen con la normativa, lo que contamina sus mantos freáticos.
“Usted pasa por aquí a las 3:00 de la mañana y todo esto huele a podrido, es espantoso”, dijo la mujer.

Una lucha de años

La lucha de los pobladores de Totalco no es reciente. En Puebla, los movimientos en defensa del agua llevan años luchando contra el saqueo y contaminación de empresas como Granjas Carroll.

“Los municipios están demandando que Granjas Carroll se vaya de estas tierras y que a los terratenientes les clausuren los que tienen acaparada el agua del subsuelo. La lucha por el agua y la lucha porque se vayan las empresas que contaminan y saquean el agua, solo eso demandaban los compañeros y solo por eso los vinieron a asesinar”, expresa Romero.

Según el líder de los campesinos, Movimiento en Defensa del Agua de la Cuenca Libres-Oriental comenzó su lucha en 2015, año en que lograron que la compañía multinacional Coca-Cola se fuera de Ocotepec, Puebla.

 

“En 2017 el movimiento se extendió a los pueblos de la zona, Audi, hubo asambleas, los pueblos de la zona se resistieron a la invasión de esa empresa alemana, se resistieron a la imposición del gobierno corrupto y asesino de Moreno Valle de usurpar las funciones de cobrar impuestos a los cinco municipios de la región. La resistencia entonces fue derrotada y solo pudieron correr a Iberdrola de Puebla.

En 2020, cuando comenzó a acentuarse la sequía, estalló el problema en donde los ejidatarios de Libres, Ocotepec y Teocualco empezaron a sufrir falta de lluvias para sembrar mientras los ranchos, todos, tienen dos fosas necesarias para ver esos cultivos, pero eso no es lo grave, lo grave es que los terratenientes bombardeaban las nubes con cañones para que no se les malograran sus brócolis, sus papas estaban floreando y lo hacían frente a nuestros ojos, con cañones que lanzan bombas a 900 metros de altura, bombas sonoras que destruyen nubes”, relata el activista.

En Ocotepec se hizo un gran movimiento con la toma de carreteras durante días, en el cual participaron decenas de campesinos hasta que presionaron lo suficiente para que el Gobierno del Estado de Puebla convocara a una asamblea. 

“Se marchó después al Congreso de Puebla y se exigió una ley que prohibiera estos bombardeos y la norma se aprobó hasta mayo del 2021, casi un año después de que estalló el movimiento”, asegura Romero.

El activista afirma que, pese esta ley, los terratenientes siguieron bombardeando las nubes. Los ejidos están secos y apenas cayeron unas pocas lluvias; nadie siembra. 

Alberto y Jorge Cortina, héroes

Los hermanos Alberto y Jorge Cortina Vázquez son unos héroes para muchos de los pobladores de la zona de Totalco, Perote y sus alrededores.

“Ellos murieron por el pueblo, son héroes, es hora de que sean tratados como tal”, asegura una de las mujeres que asistieron a su sepelio.

La familia no quiere saber nada de los medios de comunicación e impiden las fotografías. Los cuerpos de los dos jóvenes, de 22 y 27 años, respectivamente, descansan en dos féretros de madera con imágenes religiosas dentro de una vivienda con techo de lámina. Ahora sí, cae la lluvia, tras años de sequía.

Ambos hermanos dejaron a cinco niños en la orfandad. Sus esposas piden justicia. Exigen que no se diga que no hay muertos.

“Ahí están sus cuerpos, si no nos creen, vayan a ver lo que hay adentro de los ataúdes, son dos hombres trabajadores”, afirmó una de ellas.

Alberto y Jorge adoraban participar en la Danza del 13 de junio, era algo tradicional y familiar. Tenían un grupo en el que danzaban entre amigos y familia; ahora, el hijo mayor de uno de ellos también se había unido.

Su tía recuerda que era una de sus actividades favoritas, que esperaban con ansias durante el año y se preparaban con suficiente tiempo de anticipación. Ambos se dedicaban a sacar piedra y a lo poco que daba el campo, hasta que las balas presuntamente disparadas por policías los mataron mientras huían del peligro.

Uno de ellos estaba en la protesta, el otro venía del campo a buscar a su hermano, preocupado porque sabía que las cosas estaban escalando. Entonces comenzaron los gritos y las detonaciones cuando policías estatales intentaron desalojar a los manifestantes de la carretera Perote-Puebla.

Corrieron a lo que antes eran campos y ahora son solo páramos arenosos, ahí se subieron al tractor rojo de su padre e intentaron huir. En la tierra se observan los patrones de sus últimos recorridos, en círculos, detrás están las marcas de otro juego de llantas, de una patrulla.

Entre la tierra hay al menos seis cartuchos percutidos de diversos calibres que ahí quedaron abandonados. También sigue ahí la grúa que intentó llevarse el tractor que tripulaban los hermanos y donde los hirieron de muerte. La grúa fue quemada por los pobladores.

En los vidrios de varias casas del pueblo todavía se observan los agujeros que dejaron los culatazos de los policías y las piedras, acusan los vecinos que así fue como se abrieron paso dentro de las casas -contra la ley- para intentar detener a manifestantes que estaba heridos y habían huido.

Totalco está herido. No es una herida reciente, sino de años haciéndose cada vez más profunda por la desigualdad, la falta de oportunidades, la pobreza, la sequía y ahora la brutalidad policial.