Orizaba, Ver. - Un juez de control del distrito judicial de Orizaba, emitió el dictamen de imputación, en contra de Carlos “N”, presunto responsable por el delito de feminicidio, cometido en agravio de la víctima identificada con las iniciales M.M.L.C.

Fue a través de un comunicado, mediante el cual, la Fiscalía General del Estado informó sobre la resolución judicial, recordando que, los hechos ocurrieron el 9 de mayo del 2018 al interior de una vivienda, en el municipio de Río Blanco, Veracruz.

A casi seis años de que, se registró el feminicidio, en un domicilio situado, en la colonia Modelo, en el municipio enclavado en las Altas Montañas, el hombre continúa bajo proceso judicial, recibiendo este fin de semana, la medida cautelar prisión preventiva justificada por el término de dos años, dentro del proceso penal 316/2023.

Aunque se omitieron detalles del hecho de violencia en el que, la mujer fue privada de la vida, se sabe que, la víctima era concubina del agresor y, de manera frecuente era objeto de maltrato físico, verbal y psicológico. 

Los familiares de la mujer asesinada, han estado solicitando un castigo ejemplar al acusado. Sin embargo, tendrán que, esperar a que, siga el proceso, en tanto Carlos N, cumpla con la prisión preventiva, desde el penal de Amatlán de los Reyes, en tanto se determina si es culpable o no del feminicidio de su expareja sentimental.

Otro caso que, sigue sin resolverse y que, también ocurrió en Río Blanco, en la Unidad Habitacional Villas de San Pablo, es el de una mujer quien contaba con 32 años y que, fue identificada como Tricci Estefani “N”. Su cuerpo fue encontrado al interior de un departamento, marcado con el número 11C, de la privada de Calle Vicente Guerrero.

Los hechos ocurrieron el 27 de julio del 2023, cuando corporaciones policíacas fueron alertadas, mediante una llamada telefónica al número de emergencias 911. Una vez que, llegaron al sitio, hallaron sin vida a la mujer, cuyo cuerpo presentaba golpes contusos en diversas partes. Su madre la identificó en el lugar. Desde entonces no se conoce la identidad del agresor ni se tienen pistas de su paradero.