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Incendios en Nogales: casas y cultivos dañados y animales muertos

  • Analuz Medina
Lugareños temen que se repita la tragedia de hace 22 años cuando explotaron unos ductos de Pemex en la zona

Nogales, Ver.- La contingencia que se vive en la zona de las Altas Montañas parece interminable cobrando víctimas y causando daños colaterales pues tan sólo en los incendios en Nogales, Camerino Z. Mendoza y Maltrata, pobladores reportaron viviendas dañadas, pérdida de cultivos, muerte de aves de corral, ganado y fauna silvestre como conejos, mapaches, coyotes y hasta reptiles.

 

Si bien no se tiene todavía una cifra puntual respecto a los alcances de las secuelas, es un hecho de que las familias que habitan en las faldas de los cerros y que subsisten del campo, se quedaron sin producción, luego de que el fuego arrasó con los plantíos. 

Ellos estiman que sean casi 500 hectáreas devastadas que las llamas consumieron en la zona de bosque, cultivos como fresa, maíz y legumbres diversas. Además, en la zona conocida como de Aserradero, que se ubica entre los límites de Maltrata y Nogales, se habla de que el fuego siniestró unas 300 hectáreas de bosque de Encino

 

 

Allí, al menos seis familias se quedaron sin su patrimonio, pues sus viviendas fueron consumidas por las llamas, así como sus productos del campo. Catalina, una de as afectadas, mostró el alcance de las afectaciones que le obligó a evacuar la vivienda en la que habitaba desde hace varios años. 

“Se acabó todo el colchón acá teníamos una de madera y se acabó todo, y aquí estaba una televisión y ustedes ven como quedó achichinado, aquí era mi mesita con mis trastes y todo se acabó…Cuando llegamos todo ya se había acabado, camas, colchones, pues nosotros ahí sembrábamos plantitas de aguacate, de guayaba, mis hijas cada quien tenía un pedacito ahí, todo se nos acabó, todo, todo”, expresó con nostalgia.

En la misma comunidad nogalense, Víctor mostró los estragos que le causó a su familia, el incendio voraz que sigue incontrolable, dañando sus muebles y cobrando la vida de sus animales.

 

“Perdimos la cama, nuestro patrimonio de adentro, teníamos una vaquita y una burrita, se quemaron los animales. (¿Una burrita?) Sí, se quemó. (También hay armadillos, hay zorras, mapaches de monte”, precisó el hombre. 

 

Mientras que, en la comunidad Cecilio Terán o mejor conocida como Balastrera, el temor aumenta en los pobladores de que se repita la tragedia de hace 22 años cuando sufrieron la explosión de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), ya que no logran sofocar las llamas al cien por ciento.

 

 

Los grupos voluntarios trabajan a marchas forzadas, soportando altas temperaturas y bajo los rayos del sol, abriendo zanjas corta brechas en un intento de disminuir la fuerza y extensión de los incendios y a cuya labor se han sumado mujeres llevando alimentos a los rescatistas, así como otros ciudadanos que llegan con mangueras, machetes y azadones.