Veracruz, Ver.- La vida de José Armando giró en torno torno a quimioterapias, tratamientos, dolor, olor a hospital, agujas y todo tipo de estudios durante los últimos nueve años. A sus 14 años decidió que es tiempo de dejar de luchar.

Cuando se percató que, otra vez, la leucemia se abría camino en su sangre y que la recaída era aún más dura que los años de lucha contra la enfermedad, decidió que era tiempo de solo obtener cuidados paliativos y dejar de lado el otro tratamiento.

Durante sus años de batalla contra esta enfermedad, José Armando fue sometido a más de 120 quimioterapias, tratamientos que pueden tener diversos efectos secundarios, entre ellos, la pérdida de apetito, de cabello, y náuseas.

A pesar de su corta edad, José Armando se dio cuenta, incluso antes que su madre, que algo andaba mal otra vez. Tenía mucho sueño y comenzó a bajar mucho de peso. El dolor también regresó a causa de la recaída por la leucemia.

“Sí, más dolores y, antes de eso, empezaba a bajar de peso. Sí, porque empezaba a dormir y yo no era de dormir y fue cuando empecé a bajar de peso y mi mamá se dio cuenta”, explica José Armando.

Entonces comenzó de nuevo el ir y venir entre hospitales y médicos, hasta que le dijeron que el cáncer era muy agresivo.

“Desde que empecé con la enfermedad yo, desde los cinco años y ya no me acuerdo después del tiempo, pero ahorita con la recaída no me acuerdo, fue en octubre que fue la recaída”, expresa.

Así, José Armando decidió que no quería ir de nuevo por el mismo camino que los últimos nueve años. Platicó con su mamá sobre su decisión sabiendo que eventualmente perderá la vida.

ÚLTIMO CUMPLEAÑOS

Lo único que José Armando pidió fue poder celebrar su cumpleaños una última vez. El menor cumplió 14 años, así que su mamá comenzó a organizar una pequeña fiesta. Su historia se viralizó en redes sociales, principalmente por su deseo de ver ganar al Cruz Azul.

Poco a poco, pobladores de Xalapa y de municipios de Veracruz, así como usuarios de Internet, comenzaron a ponerse en contacto con la mamá de José Armando para ofrecerle diferentes cosas, desde animadoras hasta nieves.

“Mi hija me mostró la publicación y pues aquí estamos, lo que se pueda aportar, poquito o mucho, pues es cumplirle un sueño”, dice Irene Cervantes, propietaria de un negocio de nieves.

Cuando escuchó la historia de José Armando, sintió que debía ayudar con algo y así fue como acudió a la fiesta y les ofreció nieves.

 “La historia me partió el alma, uno no quiere estar en una situación así no y quisiéramos aportar un poquito más, pero, pues, bueno, con esto pudimos y aquí estamos no”, comenta.

A través de redes sociales se dieron a conocer videos y transmisiones en vivo de la fiesta a la que asistieron decenas de personas.

Hubo un grupo de animadoras que se encargaron de organizar actividades entre los niños asistentes y el festejado. También llegaron botargas de diversas figuras, como Transformers. Un pastel y la comida. José Armando disfrutó cada momento de la fiesta, sonriente y atento a las actividades y a los asistentes.

PREPARÁNDOSE PARA PARTIR

José Armando es consciente de la situación por la que está pasando. Sabe que, sin tratamiento, su cuerpo no podrá resistir el embate de la leucemia. No solo se trata del dolor, que implica el tratamiento y la enfermedad, sino también económicamente, porque muy complicado para su familia solventar los gastos que la leucemia que padece desde que tenía cinco años.

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Aunque la madre de José Armando no habla mucho durante las entrevistas que concede su hijo, su mirada es suficiente para saber lo difícil que es saber que pronto perderá a su niño. 

“Intento animarla un poquito (a su mamá), sé que se va a quedar sola”, expresa José Armando con la garganta cerrada. Apenas contiene el llanto. Entonces admite que ya habló con su madre sobre cómo serán las cosas cuando muera.

“Yo siempre la voy a cuidar y también a mi hermana”, afirma. 

SECUNDARIA

Los alumnos de la Telesecundaria Nicolás Bravo, donde estudia José Armando, también supieron de su deseo de celebrar su cumpleaños número 14. Sus compañeros de aula le organizaron una sorpresa junto con su maestra.

“Yo no sabía nada, no tenía ni idea”, asegura el menor, tras verse sorprendido con los gritos y porras de sus compañeros mientras celebraban su cumpleaños dentro del salón de clases con un pastel. 

Otros compañeros de diversos grados se unieron al festejo y a las felicitaciones. De acuerdo con su maestra, para ellos es importante que él sepa que cuenta con su apoyo.

ÚLTIMO DESEO

El último deseo de José Armando es conocer a los jugadores de su club de futbol favorito: el Cruz Azul. “Me gustaría ir a un partido también, verlos jugar en un estadio”, dice.

A través de redes sociales, el empresario Ricardo Salinas Pliego, aseguró estar dispuesto a apoyarlo, no solo en cumplir este sueño, sino también, si José Armando lo desea, encontrar opciones con sus tratamientos.
 

Éstas son las cosas que verdaderamente importan… si Armando necesita algo para asistir al juego, que cuente conmigo y si cambia de parecer y decide luchar, también!!!

Y que chinguęn a su mądre los #Gobiernicolas que tienen un sistema de salud pésimo y son responsables por no… https://t.co/XLPSbFZI9T

— Don Ricardo Salinas Pliego (@RicardoBSalinas) February 27, 2024