Zongolica, Ver.- En la zona de la sierra de Zongolica existe un gran número de personas que buscaron una mejor oportunidad de vida en la migración, sin embargo, muchos de ellos ni siquiera pensaron que morirían en su intento por llegar al sueño americano.

Eduardo Antonio Romero y su hermano cruzaron la frontera de México a Estados Unidos hace dos años para llegar a California, en donde consiguieron un empleo, sin embargo, hace un par de semanas sufrieron un accidente automovilístico.

Mientras que Eduardo murió, su hermano se encuentra grave un hospital. La familia de ambos lucha para juntar dinero para repatriar el cuerpo del joven a su pueblo en Veracruz, en una pequeña comunidad enclavada en el municipio serrano de Soledad Atzompa.

Por medio de un vídeo que la familia de Eduardo difundió en redes sociales apoyados por Alfonso Antonio, los deudos pidieron a los usuarios apoyo económico para cubrir los gastos para repatriar el cuerpo de Eduardo a la sierra de Zongolica, en Veracruz.

La historia no es exclusiva de la familia Romero: de acuerdo con un activista de la zona, que prefirió no revelar su nombre, al menos cinco familias de personas que emigraron a Estados Unidos vivieron la misma situación en 2023.

Repatriar el cuerpo de Eduardo desde Estados Unidos tiene un costo de aproximadamente ocho mil dólares, es decir, poco más de 135 mil pesos mexicanos, según el actual tipo de cambio actual, cifra que para las familias que viven en esta zona – una de las más pobres y marginadas de México – es casi imposible de conseguir.

Eduardo se fue por la pobreza

La sierra de Zongolica es una de las zonas de Veracruz con mayores índices de marginación en México. Sus pobladores tienen muy pocas opciones para salir adelante, entre ellas, ejercer presión sobre los recursos naturales, lo que ocasionó un deterioro y perturbación en suelos y bosque.

Eduardo decidió irse a Estados Unidos porque no ganaba lo suficiente para dar el sustento mínimo a su familia. Como él, casi 32 mil personas veracruzanos se convirtieron en migrantes internacionales entre 2015 y 2020, de acuerdo con un estudio realizado por la Unidad de Política Migratoria. 

Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señala que, en 2020, salieron de Veracruz 36 mil 493 personas para vivir en otro país; 81 de cada 100 se fueron a Estados Unidos.

Eduardo tenía 26 años. Su esposa, Lucía Francisco, recuerda que recibió la llamada que le comunicó que ahora es una viuda, el pasado 5 de febrero.

De acuerdo con Lucía, en su pequeño pueblo, Eduardo se dedicaba a la fabricación de muebles, sin embargo, el dinero que ganaba por este trabajo era insuficiente para mantener a su familia, por lo que decidió irse a Estados Unidos con su hermano. Allá se dedicaba a descargar mercancía de los tráileres en un patio de transporte. 

El día del accidente, su hermano también viajaba con él. Ahora la familia no solo tiene que pagar la repatriación del cuerpo de Eduardo, sino recabar dinero para los gastos médicos de su hermano.

Apenas el pasado 28 de enero, otra familia de la zona de la sierra de Zongolica recibió el cuerpo de Jephte Cruz Cortés, un migrante mexicano que también murió en Estados Unidos. 

Realizaron el trámite de pidiendo apoyo a las autoridades y a la ciudadanía en general para lograr repatriar el cuerpo.

El activista afirmó que, a través de apoyos de la comunidad mexicana en Estados Unidos, es como las familitas que enfrentaron este tipo de problemas salieron adelante, pues hacen redes de apoyo y donaciones para reunir el dinero necesario.

Veracruzanos en EU

David Cancino, presidente de Casa Veracruz, una asociación en Estados Unidos que se dedica a ayudar a migrantes veracruzanos, señaló que la problemática de la repatriación de cuerpos no es nueva. Sin embargo, ahora tienen menos apoyos económicos que antes, pues el gobierno mexicano los retiró.

De acuerdo con el activista, entre el 90 y 95 por ciento de los salarios que obtienen los migrantes en Estados Unidos lo mandan como remesas para aportar a los gastos familiares.

Esta es una de las principales razones por las que no acceden a seguros de gastos funerarios ni contemplan tener dinero para ello.

Cancino afirmó que la asociación que representa tiene convenio con algunas funerarias locales, que bajan a lo más mínimo sus costos para hacerlos asequibles a los ingresos de las familias mexicanas de escasos recursos.

Los costos bajan hasta dos mil 700 dólares, alrededor de 46 mil pesos; el traslado es de Estados Unidos hacia la Ciudad de México.  Sin embargo, para muchas familias es demasiado dinero.

“Los consulados eliminaron completamente los apoyos. Ellos quieren que el migrante se incinere y se mande la ceniza. Que es muchísimo más barato, pero por la cultura, las familias quieren ver el cuerpo completo. Que de verdad sea su hijo, su esposo o su padre”, explicó Cancino.

Admitió que el gobierno de Veracruz es uno de los pocos que mantienen apoyos para gastos de traslado de migrantes que fallecieron en Estados Unidos. El gobierno estatal se hace cargo del traslado de los restos desde la Ciudad de México hasta la comunidad donde pertenezcan.

La familia de Eduardo todavía no logra reunir el dinero que requieren para trasladar sus restos de vuelta a su pueblo, sin embargo, no se rinden.