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Ni un regidor dió el pésame, reclaman tras asesinato de Brando en Lerdo
Lerdo de Tejada , Veracruz.- A pesar de la lluvia, decenas de personas dieron el último adiós a Brando Arellano Cruz, un joven asesinado por un policía municipal de Lerdo el pasado viernes 19 de enero en Lerdo de Tejada, en la zona costera central de Veracruz.
Un féretro de color madera con abundantes flores blancas y amarillas, veladoras y la imagen de Brando arriba del ataud conformaba una escena muy triste en una funeraria de Lerdo.
Su madre y su padre se encontraban tomados de la mano con los rostros sumidos en la tristeza, ellos estaban en la primera fila dentro de la funeraria que se extendía hasta afuera del recinto donde colocaron una carpa bajo la cual estaban sentados más ciudadanos. La mayoría con las miradas clavadas en el suelo.
Adentro de la funeraria un párroco ofreció una misa de cuerpo presente; hubo oraciones y se dio la bendición al cuerpo, a su salida, el sacerdote dio la mano a los presentes y les dio el pésame.
"Ni siquiera un regidor se pararon allá afuera a darle el pésame a la madre, al padre, me da tanto coraje", decía una de las asistentes mientras esperaba la salida del féretro.
Cuando terminó la misa los padres de Brando dieron la indicación de llevar la caja a la carroza y todos comenzaron a ayudar para sacar los arreglos florales que los ciudadanos de Lerdo de Tejada le llevaron a la familia.
Varios ciudadanos presentes cargaron el ataúd y lo llevaron a la salida de la funeraria para subirlo a la carroza fúnebre. Sus familiares y amigos más cercanos, tomados de la mano, eran los que lideraban el contingente detrás de la carroza. Detras de ellos, un centenar de personas los seguían con la lluvia cayendo sobre sus cabezas.
Caminaban en silencio, solo se escuchaba el sonido de las llantas sobre el pavimento, y el crujido de cientos de pisadas. El recorrido duró casi 15 minutos hasta llegar al panteón municipal de Lerdo de Tejada en donde le darían a Brando el último adiós.
Brando fue asesinado por policías municipales la noche del pasado viernes mientras conducía su vehículo, luego de darse cuenta que varios elementos policiacos lo seguían. Aún pudo llamarle a su papá para decirle lo que pasaba, incluso le dijo que iría rumbo a la casa de su abuela, pero ya no llegó. Un disparo le arrebató la vida.
La ira de los ciudadanos de Lerdo fue tal que estuvieron cerca de linchar a los policías involucrados en el asesinato, ellos fueron rescatados por elementos de la Guardia Nacional. Después los ciudadanos acudieron al palacio municipal y le prendieron fuego.