Xalapa, Ver.— La madre del bebé que fue devorado por perros en Astacinga falleció después de dar a luz. Se presume que, antes de morir, quiso sepultar a su hijo cerca de una iglesia.

Lo anterior lo informó el Gobernador, Cuitláhuac García Jiménez, asegurando que el caso está siendo investigado por la Fiscalía General del Estado (FGE).

“Algo muy lamentable, la madre falleció, es la información que tenemos. Entonces, entendemos que ella quiso sepultar a su hijo cerca de la iglesia en sus formas, no cuidando desde luego lo que las leyes municipales establecen para este tipo de casos”, declaró el mandatario.

Añadió que en ocasiones existe la creencia de que la pérdida de un bebé se trata de angelitos, de ahí que lo intentaron sepultar junto a la iglesia de la localidad.

“Fue un aborto, quizá no deseado así, recuerden que cuando pasan estas cosas hay una creencia de que son angelitos y yo creo que por eso lo intentó sepultar junto a la iglesia de la localidad”.

“Lamentablemente, unos perros intentaron sacarlo, la gente se dio cuenta, se rescató el cuerpo y lo que supimos después fue que la madre falleció también”, indicó.

El mandatario reiteró que la fiscalía está investigando si la mujer murió a causa de complicaciones, invitando a las mujeres veracruzanas a acudir a centros de Salud y no con parteras o personas no profesionales.

“Nosotros tenemos parteras certificadas indígenas para atender cualquier situación dentro de la gestión (…), tenemos traductoras y fue un esfuerzo que se hizo”, añadió el mandatario.

CASO VIRAL

Medios de comunicación reportaron que la noche del sábado 2 de diciembre vecinos de la localidad escucharon los ladridos y gruñidos de varios perros en la calle.

Los ruidos de los canes llamaron la atención de las personas, quienes hallaron que los perros se peleaban por los restos de un bebé.

Elementos de la Policía Municipal acudieron al lugar, y luego de las averiguaciones, determinaron que los perros desenterraron el cuerpo de algún lugar.