Veracruz, Ver.- Teresa Carbajal Vázquez, titular del Barzón de Resistencia Civil del Estado de Veracruz, aseguró que un miembro de la organización que representa sufrió revictimización por parte de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) durante una audiencia.

“Lo que todo consumidor de bienes y servicios esperamos al llegar a la Procuraduría Federal del Consumidor es que nos defiendan, que nos crean, que nos escuchen y no, ¡que nos echen la culpa!”, dijo.

Explicó que el problema inició cuando su representado fue contactado por una empresa, que supuestamente vende autos a crédito con un pequeño enganche y cómodas mensualidades.

“El modus operandi una vez que el consumidor cae en la trampa de su amañada publicidad es llevarlo hasta sus oficinas en donde un “ejecutivo” hace la segunda parte de la tarea, que consiste en preguntar al cliente cuál es el vehículo que desea adquirir y cuanto es la mensualidad que puede pagar”, expresó.

Afirmó que esto no despertó desconfianza en la persona a la que ella representa, después le piden que seleccione el vehículo, diseñan un esquema de pagos, mensualidades, impuestos y al final les dan una fecha en la que supuestamente van a recibir la unidad.

“Como en las oficinas que usan para entrevistar a los clientes no tienen unidades disponibles, ni para muestra, envían a las víctimas a la agencia más cercana de la marca de autos que fue seleccionada por el cliente, instruyéndolos para llegar al lugar y no decir que van de parte de esta empresa malhechora, y decir, en cambio, que desean hacer una prueba de manejo de la unidad”, explicó.

Afirmó que después vuelven con la empresa anterior, firman contratos, documentos y depositan el enganche que solicitaron. Nunca es menor a 40 mil pesos (que es lo mínimo que aceptan).

Cuando llegó la fecha de entrega, no le dieron el auto, y a partir de ahí, comenzó la búsqueda por su dinero o la unidad.

“Recibe todo tipo de excusas y justificantes acerca del incumplimiento del proveedor, que van desde que, la armadora se quedó sin inventario, o que el vehículo que los trasladaba tuvo un accidente”.

“Le aplican “la cansadora” con tal que al consumidor se le vayan los cinco días de gracia que tiene para poder rescindir el contrato y obtener la devolución total del pago que hizo”, afirmó.

Señaló que, desde su punto de vista, esto ya es un robo descarado.

Su cliente entró a redes sociales y entonces se enteró de que no es el único defraudado por esta empresa.

Esta, a su vez, argumenta que tiene que pagar nueve mensualidades antes de recibir su auto.

Afirmó que entonces decidieron ir a la Profeco, en donde se realizaría la audiencia, que debe llevarse a cabo en solo 15 minutos, se arregle la situación o no.

“Esperaba al consumidor, solamente a quien no dejaron entrar por protocolo, puesta bastaba con su representante; puntual a la cita llegó el apoderado de la empresa, ofreció de inicio 144 pesos para resarcir al consumidor de la perdida de los 40 mil pesos”, expresó.

Carvajal acusó al conciliador de revictimizar a su representado debido a que le reclamó que no leyó lo que firmó, además de entregar tal cantidad de dinero con toda confianza.

“Le pregunté entonces para qué están ellos, para qué tenemos Profeco, me dijo que esa semana iban por lo menos cuatro casos iguales (…) el consumidor tiene la culpa porque se emociona y firma con los ojos cerrados o qué, ¿no saben leer contratos?- me contestó. ¡No, pues vaya defensor!”, dijo.

La representante de Barzón en el estado lanzó un llamado a las autoridades en el estado que están permitiendo la operación de estas supuestas empresas.