Xalapa, Ver.- Los trabajos de excavación para la construcción del Colector Pluvial, junto con las lluvias, provocaron el derrumbe de banquetas en la calle Carlos Salazar de la colonia Revolución, al norte de la ciudad de Xalapa, la tarde de ayer jueves 26 de octubre.

Parte de las banquetas que quedaron al ras de la excavación se derrumbaron, indicaron los vecinos de esta zona que fue a causa de las lluvias y del reblandecimiento de la tierra.

“Le hago un llamado muy atento a nuestro alcalde Ricardo Ahued Bardahuil, si podría apoyarnos, ya que la banqueta en la calle Carlos Salazar de la colonia Revolución se derrumbó por motivo de las excavaciones realizadas en la misma calle, esperamos contar con su entero apoyo”, expresaron los ciudadanos.

De acuerdo con los reportes, las banquetas colapsaron la tarde del jueves 26 de octubre, por lo que habitantes de la zona solicitaron el apoyo de las autoridades municipales.

Los vecinos comentaron que las maniobras las realiza la empresa Inasa Constructora e Inmobiliaria S.A. de C.V. desde hace dos años. Inició en marzo de 2021 y se prolongó hasta la fecha.

Aunque dijeron estar de acuerdo con la obra para evitar inundaciones, consideran que las maniobras se retrasaron y causaron daños a propiedades particulares, lo que se puede ver en las banquetas, que tienen unos centímetros de separación con los muros de las casas.

La obra fue planeada en cinco etapas a cargo de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP) y la Comisión de Agua del Estado de Veracruz (CAEV), comenzó en 2021 con la finalidad de dar una solución a los constantes problemas de inundación en la colonia Revolución y Rafael Lucio.

Con base a la información del Gobierno del Estado de Veracruz, la construcción del Colector Pluvial beneficiará a un promedio de 50 mil vecinos, quienes desde hace décadas padecen de los anegamientos.

Una situación similar por afectaciones a las propiedades fue reportado a mediados de julio cuando las familias de la calle División del Norte, dieron a conocer que las casas y banquetas se agrietaron por las maniobras de la constructora y temían por un deslave.

Las familias se organizaron para poner señales y que los peatones tomen precauciones al transitar por el lugar ante la probabilidad de hundimiento, evitando así alguna desgracia.