Foto: Yerania Rolón

Veracruz, Ver.- Los datos de personas desaparecidas y halladas sin vida que proveen las autoridades discrepan con lo que viven las madres, padres y familiares que buscan escarbando tierra y encajando una varilla para luego oler la punta y detectar el olor de la putrefacción, que indica que encontraron “tesoros”.

En Veracruz se registraron seis mil 894 desapariciones entre el 1 de diciembre de 2018 y el 30 de abril de 2023; de estas, hay 269 personas que fueron encontradas sin vida, de acuerdo con la Secretaría de Gobernación y la Comisión Nacional de Búsqueda; dos mil 423 siguen desaparecidas.

Los miembros de diversos colectivos de personas desaparecidas del estado de Veracruz difieren: aseguran que las cifras oficiales están alejadas de la realidad y, para ellos, basta una muestra.

Por ejemplo, en la estadística de la Comisión Nacional de Búsqueda se indica que, del 1 de enero de 2010 a la fecha, hay 11 mil 732 personas reportadas desaparecidas, de las cuales cinco mil 371 fueron reportadas como localizadas, mientras que seis mil 361 personas son reportadas como desaparecidas todavía. 

En este periodo fueron localizadas sin vida 424 personas, de acuerdo con las cifras oficiales, sin embargo, tan solo en las dos fosas clandestinas más grandes del estado, Colinas de Santa Fe (302) y Arbolillo (300) se encontraron 602 cuerpos.

¿Qué pasa con los 178 cuerpos que no forman parte de esta estadística, pero que sí fueron encontrados por las madres buscadoras?

Para Maricel Torres Melo, integrante del colectivo María Herrera, de Poza Rica, la problemática de las desapariciones rebasó a las autoridades estatales y federales y no hay realmente una cifra creíble de cuántos se encuentran en esta situación.

“Es demasiado el trabajo que hay, las desapariciones siguen y siguen (...) y esta administración no lo quiere admitir”, afirmó la integrante del colectivo María Herrera, que lucha por buscar a sus desaparecidos en medio de una inseguridad rampante en la zona norte de Veracruz, en donde apenas hace un par de semanas fueron hallados más de 13 cuerpos cercenados y congelados, al interior de casas de seguridad.

Un censo violento y revictimizante

Karla Quintana, extitular de la Comisión Nacional de Búsqueda, renunció el pasado miércoles 23 de agosto a su cargo.
Tras su renuncia, quedaron muchas interrogantes para las madres de los Colectivos de Personas Desaparecidas. Una de ellas es qué pasará con el censo que están realizando para determinar cuántos desaparecidos realmente hay en el país.

Una madre miembro del Solecito de Veracruz contó a Rosalía Castro, vocera de este colectivo, que se encontraba en su casa cuando llegaron un par de camionetas blancas y se pararon fuera. 

En ese momento ella se asustó mucho, se bajaron varios hombres y tocaron su puerta, ella tenía miedo, no respondió de inmediato y volvieron a tocar. Cuando abrió le preguntaron directamente si estaba su hijo, le dijeron su nombre completo. Ella se quedó de piedra. Les dijo, tiene muchos años desaparecido. No está. 

Entonces le dijeron que eran de la Comisión Nacional de Búsqueda, y que estaban haciendo el censo de los desaparecidos. Para muchas madres, esta forma de cuestionar es violenta y revictimizante.

El presidente Andrés Manuel López Orbador se comprometió a que el censo esté listo en tres meses, a pesar de la renuncia de Quintana que, de acuerdo con varias publicaciones, tuvo que ver con el manejo y la intención de ocultar cifras reales del problema de los desaparecidos.

Para Maricel Torres Mello, la renuncia de Quintana tiene que ver con que el país está totalmente rebasado por las desapariciones forzadas y las inhumaciones clandestinas.

Lucía de los Ángeles Díaz Genao consideró que solo resta esperar a que la persona que tome la titularidad de la Comisión Nacional de Búsqueda no excluya a los familiares de los colectivos, como lo hizo Quintana en algunas ocasiones.

“Es un tema complicado. El censo lo estamos pidiendo desde hace nueve a 10 años para saber realmente cuántos, porque si las cosas no se cuentan no sabemos cuántos hay”, aseguró.

Díaz Genao afirmó que la tragedia humanitaria que vive en México solo podrá dimensionarse realmente cuando haya cifras, sin maquillar, de cuántos desaparecidos hay en el país realmente, no solo en Veracruz.

“Si una persona está desaparecida hace 10 años está desaparecida todavía, hay que tomar en cuenta en este contenido los casos de larga data”, comentó.

Las desapariciones en el país y en Veracruz continúan; en todos los colectivos del estado se reportan nuevos casos cada semana.

Los grupos de WhatsApp que forman estas madres en donde cruzan información se inundan de fotografías de rostros sonrientes, unos maduros, últimamente se ven más jóvenes, todos seguidos de algún mensaje de una madre, padre o familiar que los busca en vida o entre la tierra.