Córdoba, Veracruz.- Marian Ranzahuer comenzó su cambio de género a los 14 años para convertirse en una chica trans reconocida legalmente en la ciudad de Córdoba, ubicada en la región de Las Altas Montañas de Veracruz, en donde mantiene una lucha por una sociedad inclusiva.

Desde su infancia, se reconoció como mujer en un “cuerpo equivocado”, dice. La figura que veía en el espejo no era lo que esperaba, razón por la que, sin orientación profesional, inició un proceso para ser lo que ella anhelaba.

“Desde pequeña supe quién era. No fue fácil en aquella época compartirlo siquiera con mi propia familia. Por eso, tengo un especial cariño con mi abuelita materna, quien se encargó de criarme muchos años y, con todo lo que implicaba, me dio su apoyo”, relata.

De tener una delgada figura durante los primeros cuatro años sometiéndose a un tratamiento hormonal, su cuerpo fue cambiando poco a poco, se afianzó a un giro radical en su vida. Hoy, Marian es legalmente mujer, con el ímpetu de seguir adelante, pues estudia leyes, es estilista y el voleibol es otra de sus pasiones.

Cuando era adolescente combinó el estudio con las canchas, pero lidió con equipos varoniles en los que había un rechazo hacia integrantes de la comunidad LGBT+, quienes sufrían discriminación y, en muchos casos, hasta abusos, humillaciones, así como violencia verbal y física.

“Fue difícil enfrentar actitudes machistas, conductas agresivas, pero a estas alturas puedo decirles que estoy muy contenta por todo lo logrado. En su momento, estudié ingeniería, pero lo dejé porque no era lo que quería. Tomé mi año sabático, comencé a trabajar, pero era un tiempo difícil donde la discriminación era mayor; hoy la ley nos brinda mayor protección, aunque eso no limita a las mentes cerradas”, expresó. 

Fue hasta hace un año que, gracias a la nueva Ley de Identidad, Marian cambió su acta de nacimiento y su credencial del Instituto Nacional Electoral (INE) para ser reconocida mujer y, así, jugar en equipos de voleibol femenil.

“Hay muchos tabúes, hay desinformación. Todo mundo dice que nosotras llevamos ventaja en la fuerza física, pero recordemos que el voleibol no nada más es fuerza física, es habilidad, es destreza, condición física. Es regular para que todas participen. Yo tengo 43 años y sin problema puedo jugar con niñas de 30 o más chicas. Ya no entreno, porque estudio la universidad y trabajo mi negocio”, remarcó. 

Durante su infancia, Marian creció bajo los cuidados de su abuela materna y ahora se encarga de cuidar a su mamá, ambas procuraron darle seguridad y apoyarle en sus decisiones. Esta postura maternal fue un aliciente para la joven, quien asegura sortear situaciones incómodas y hasta de riesgo por terceras personas que la consideran “diferente”.
 

SIN LÍMITES 

A pesar de los vientos en contra, Marian Ranzahuer vivió su adolescencia y juventud con libertad, con los deseos de crecer y, ahora como una mujer adulta. Enfatiza que, por encima de los obstáculos a los que, la comunidad LGBT+ se enfrenta, avanza en su formación educativa universitaria. 

A la par de sus metas profesionales, recalca que el voleibol se mantiene como uno de sus pasatiempos favoritos y está convencida de que fomentar el deporte en la juventud sin distingos de sexo puede ayudar a que haya mejores generaciones que aporten a la ciudad de Córdoba.

Marian, de 1.70 metros, tiene una figura voluptuosa y luce una larga y cuidada cabellera, se tomó el tiempo para organizar el Torneo de Voleibol Femenil “Copa Briana 2023”, como punta de lanza para impulsar a ese sector poblacional que espera una mayor inclusión social.

“Obviamente, damos las gracias al alcalde Juan Martínez, como al director de Comude que nos brindaron todas las facilidades para poder realizar este evento en el complejo deportivo de la Arena Córdoba y también agradecemos la confianza de los equipos que se inscribieron”.

En la convocatoria todos los equipos tuvieron el derecho de incluir dos jugadoras trans. Entre los equipos participantes, algunos llegaron de Ciudad de México, Puebla, Catemaco, Xalapa, Chocamán, Córdoba y otros. 

La categoría fue libre. Por espacio de nueve horas, en el complejo deportivo de la Arena Córdoba, en la colonia Toxpan. Marian participó con sus equipos Barueri A y Barueri B. 

La final fue entre los equipos Leonas CDMX y Leonas Córdoba; las primeras fueron las ganadoras de una bolsa de 10 mil pesos, que fue el premio prometido. En virtud del éxito del evento deportivo, Marian adelanta que, lo realizará de manera anual para reforzar la inclusión social que les provoca barreras casi en todos los aspectos, especialmente al buscar un trabajo.

“Córdoba es la punta de lanza, se pone a la cabeza del estado de Veracruz como un municipio que va de la mano con la inclusión. Por eso, la regla específica fue permitir 12 jugadoras por equipo, con dos trans, que contaran con sus papeles en regla para evitar ´sorpresas´ o molestia en los equipos”. 

AMOR A LA VIDA 

Marian también pisó escenarios en exclusivos antros de la comunidad al firmar contratos para caracterizar a diversas artistas en shows musicales, como Thalía, Mariana Seoane, y otras, sin embargo, a la fecha, su sueño es graduarse en leyes y titularse por promedio. Sabe que para lograrlo debe dedicar varias horas en sus repasos.

Carga con ella sus apuntes y libros de leyes que hojea en cada espacio que le queda, entre un cliente y otro, que atiende en su estética ubicada en la colonia San Román. También ambiciona que, a través del deporte, haya una mejor sociedad y menos inseguridad, pues muchas de sus conocidas están sepultadas víctimas de la violencia, o bien, por alguna enfermedad incurable. 
“Hace tiempo aprendí a estar sola, amarme y cuidarme.

Hoy tenemos la ventaja de ser incluidas en la Ley de Identidad. Créanme, si tú quieres que la ley te ayude, déjate ayudar. Ya está la ley, ocúpala, el trámite es gratuito, sólo es querer hacerlo. A partir de ahí, todo va a cambiar”, concluye.