Veracruz, Veracruz.- En tiempos de fiesta por el Carnaval de Veracruz, Felipa Ramírez, aprovecha para repartir botellas de agua en el bulevar del puerto de Veracruz, sin embargo no es cualquier botella de agua: cada envase tiene el rostro de una persona desaparecida en México. 

"Es una botellita de agua de medio litro qué trae una foto del desaparecido y sus datos con un número de teléfono donde se pueden comunicar", afirma. 

Los rostros de 120 personas que han desaparecido los últimos años en Veracruz están impresos en las etiquetas de 2 mil 500 botellas que está repartiendo. Eligió el Carnaval de Veracruz porque es una festividad que reúne a cientos de personas de diversas partes del país en un solo sitio. 

"Vamos caminando, nos ponemos en un lugar estratégico, mi esposo y yo vamos caminando, y regalando las botellitas en el parque, en la calle", dijo 

Señaló que cuando las personas ven las fotos, siempre les dejan una oración, algunos piden las fotos para difundirlas en redes sociales. 

"Nos dejan buenas vibras y la intención de que regresen pronto", aseguró Felipa. 

Felipa es una activista pro Derechos Humanos, que ha realizado una búsqueda incesante de Joana Jazmín Rizo desaparecida en La Piedad, Michoacán y de Nelson Mario Quesada desaparecido en la Ciudad de México, en una especie de apadrinaje de un desparaecido, agrega que ayudar a los padres y madres de personas desaparecidas es una satisfacción enorme para su vida debido a que se compadece del dolor que sienten los familiares.  

Ella y su esposo intentan ayudar, de cualquier manera, para buscar a los desaparecidos y apoyar a las familias que son víctimas de la violencia y desaparición.  Él siempre la acompaña, con un diablito, en donde lleva cargando las botellas de agua para entregarlas a los transeúntes. 

La desaparición en México es uno de lasa problemáticas sociales que más afecta a las familias en la actualidad, se estima que hay más de 10,000 personas desaparecidas en México, sin embargo no existe una cifra exacta. Hay muchas familias que tienen personas desaparecidas que prefieren no denunciar debido a que temen a los grupos criminales.